Por ello, creo mi deber dejar claro que, además de estar orgulloso de mi profesión bancaria y financiera, en la que me he realizado vitalmente durante tantos años, en España y en el extranjero, y en la que he conocido muchos hombres de bien, junto con los que, y poniendo cada uno su grano de arena, hemos conseguido poner en lo más alto de la consideración mundial a un sector económico español, hay otro aspecto que me llena y enorgullece: haber sido, y ser un autónomo, un mini empresario.
Uno más, de los muchos miles de españoles de clase media que, anónimamente, y sin la ayuda de nadie, hemos luchado, y siguen luchando por el desarrollo y progreso de sus familias, amigos, y conciudadanos. Sin llantos ni mamoneces. Sin voces ni aspavientos.
Precisamente este orgullo de ser ciudadano libre y emprendedor es lo que más me mueve a detestar todo lo político, todo lo relacionado con el prepotente sector público que siempre ha abusado de los hombres libres y sus familias. Dudo que algún día hayan sido verdaderos servidores públicos. Pero de lo que no me cabe la menor duda es de que, hoy en día, se han convertido en una casta que despilfarra, y vive en su jaula de cristal oro. Con las excusas que en cada momento mejor le venga, esta casta de parásitos siempre ha vivido de la clase media emprendedora, cual amos feudales. Desengañémonos, son los verdaderos causantes de las actuales desgracias y sufrimientos de los ciudadanos y sus familias.
La crisis financiera ha desatado una ola de opiniones en contra del mercado y a favor de aumentar los poderes de los Gobiernos, pero esta teoría es una trampa mortal. En realidad, el sector público ha sido el principal causante de la crisis. La actual crisis mundial no ha sido causada por los ciudadanos emprendedores. Tampoco ha sido causada por los banqueros y bancarios que hayan hecho correctamente su labor.
Saludos,
PD-Con respecto al tema del estimado McCoy, coincido más con la opinión del estimado “Desde Londres”, hay muchas críticas hacia el Plan Geithner...algunas constructivas otras no tanto. Claro que no es la solución definitiva … pero ¿hay solución definitiva hoy por hoy?. Estamos en un proceso de ajuste de tamaño. Simplemente se trata de facilitarlo, hacerlo menos caótico. Por algo tenemos que empezar. Y la simbiosis público/privado es un buen inicio.
Krugman tiene razón. El Plan no sirve
@S. McCoy - 25/03/2009
Estados Unidos tiene un nuevo Plan y, como no podía ser de otra manera, la controversia está servida. Frente a lo que ocurriera con la idea original de Paulson, al menos Geithner ha tenido el mérito de dividir a la comunidad financiera norteamericana. Algo es algo. Los mercados bursátiles, en el corto plazo, han dictado su veredicto: pulgar arriba. Está por ver si la subida es consecuencia directa de la propuesta o, por el contrario, se debe a factores técnicos ya que el violento movimiento al alza coincide con la ruptura tanto de la media móvil de 50 sesiones como de la directriz bajista desde octubre de 2007 del S&P 500, el principal selectivo norteamericano. Y es que la iniciativa de la Administración Obama sigue pendiente de una enormidad de detalles y su ejecución se demorará, como poco, otros dos meses en el tiempo, siendo optimistas. Demasiado pronto como para darla por válida de forma tan efusiva pese a haber, de hecho, tan pocos motivos para ello.
El árbol de decisión seguido por los distintos analistas a la hora de estudiar la propuesta pasa por tres niveles: su necesidad, en primer lugar; su idoneidad, en segundo término; y su aplicabilidad, para concluir. Es una evidencia la validez del primer elemento de juicio, dada la coyuntura en la que se encuentra el sistema bancario americano... y no sólo él. Había/hay que hacer algo. De acuerdo. Prueba superada. Paso dos. ¿Adecuado? Error. El Plan no pasa el corte en los segundos 18 hoyos. Qué le vamos a hacer. Y no se debe, como afirman otros comentaristas, al hecho de que supone un injustificado cambio de foco desde la solvencia a la liquidez que persigue ayudar a unos tiburones de Wall Street en vías de extinción. Sobre la primera se puede actuar tanto desde el lado del pasivo, inyectando capital, como desde el activo, sacando del balance posibles fuentes de pérdida adicional. Ni siquiera compro hoy el argumento del riesgo asimétrico en el que incurren tanto el Tesoro como la Reserva Federal, cuyo balance, impagable artículo ayer de John Taylor en FT, empieza a alcanzar dimensiones siderales. Qué va. La razón última es que se desvía de las causas y, por tanto, de las posibles soluciones efectivas para solventar la crisis actual.
Lo explica estupendamente Henry Blodget, estrella emergente de la blogosfera financiera con su Clusterstock,en el siguiente post que se apoya en los pensamientos de un James Galbraith al que citamos el pasado sábado en nuestro Valor Añadido sobre el Quantitative Easing. El antiguo banquero de inversión hace un recorrido por los errores de concepto en los que, en su opinión, está incurriendo el nuevo Secretario del Tesoro. El problema de la economía no es que la banca no preste hoy, sino que ha prestado demasiado en el pasado como prueban los gráficos que adjunta al final de su aportación. Y la compra de préstamos y activos dudosos sólo permitirá abrir el chorro crediticio si las entidades financieras perciben que el fin del deterioro económico está cerca y que asumen menos riesgo haciéndolo que quedándose de brazos caídos. La banca, como regla general, se comporta como un late cyclical. Necesita ver donde se gana dinero para luego entrar en la disputa por el beneficio a obtener. La muerte del sistema financiero en la sombra y la crisis en la innovación frenarán sin duda el despertar de su letargo durante más tiempo del conveniente. Y, sin despegue de la economía ni recuperación del balance del sector privado, no habrá repunte de la actividad bancaria. Olvídense.
A la misma conclusión llega Ed Harrison de Credit Writedowns que, pese a todo, concluye afirmando “no me queda otro remedio que confiar que el Plan va a funcionar. Ha pasado demasiado tiempo y esta es la hora en que no cabe otra solución. No quedan más alternativas para