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s2t2 -El Informe Recarte 4 - (v53:00) 21/10/08

Junto a Jaime García-Legaz, secretario general de FAES, y el redactor jefe de Expansión, Carlos Cuesta, Alberto Recarte analizará la situación en la que afrontan la crisis las familias y empresas españolas.



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Fondos, las consecuencias de invertir en empresas que quiebran

Fondos, las consecuencias de invertir en empresas que quiebran

Patrimonio y rentabilidad se reducen si la compañía quiebra, pero la pérdida derivada por la inversión en un activo no puede superar el 10%

  • Autor: Por GRACIA TERRÓN
  • Fecha de publicación: 23 de octubre de 2008

Fondos "Lehman"


- Imagen: Kelly B -

La quiebra del banco de inversión Lehman Brothers está dejando un sinfín de afectados por el camino. Además de los bancos y numerosas empresas, son muchos los particulares que ven caer su patrimonio personal por culpa de la bancarrota. Entre otros, los partícipes de algunos fondos de inversión. En España, numerosas gestoras habían apostado por invertir en los activos de este gigante, sobre todo en bonos y acciones, para diversificar las carteras de sus fondos. Ahora, estos activos han perdido todo su valor, lo que se ha notado en la rentabilidad de estos productos. En general, cuando una empresa de inversión va a la quiebra, los particulares sufren en sus propias carnes una devaluación de los activos con participación en dicha compañía. En el caso de los fondos de inversión, sin embargo, la caída no es drástica, siempre que el gestor haya llevado una buena administración, porque la filosofía de estos productos es diversificar entre multitud de fórmulas de inversión. Además, la normativa que regula los fondos (Real Decreto 362/2007, de 16 de marzo, por el que se modifica el reglamento por el que se desarrolla la Ley 35/2003, de 4 de noviembre, de instituciones de inversión colectiva) indica que cualquier pérdida relacionada con un activo concreto no puede superar el 10%.

La reciente bancarrota de Lehman ha creado un agujero de 300 millones de euros en los fondos de inversión españoles. Es decir, según la Comisión Nacional del Mercado de Valores, las gestoras españolas tenían invertidos unos 300,2 millones de euros en activos del gigante estadounidense, a través de fondos de inversión y SICAVS (instrumento de inversión para grandes patrimonios). En concreto, 242,7 millones estaban invertidos en fondos, y 57,5 millones a SICAVS. Si bien en estos últimos instrumentos la inversión está restringida a grandes patrimonios (lo que ha dejado afectadas a múltiples fortunas), en el caso de los fondos de inversión, los perjudicados han sido numerosos pequeños ahorradores. De hecho, la CNMV ha detectado 53 gestoras, con 129 fondos implicados. Hay productos infectados de gestoras tan conocidas como BBVA, Bansabadell, Caixa Catalunya o Gesmadrid (la gestora de Caja Madrid). Según datos de Bloomberg, BBVA Gestión podría ser una de las gestoras más perjudicadas, con 86,5 millones de euros afectados.

Los activos más seguros son ahora los de deuda pública o los fondos de inversión que invierte en ella

En las categorías de renta fija, por ejemplo, algunos fondos que han visto caer su rentabilidad son el BBVA Dinero, Dinero II o Dinero IV, Dinero Plus o Bonos Tesorería (todos ellos de BBVA Gestión), los fondos de Fortis: Fortis Money Euribor 3 meses, Fortis Money Plus, Fortis Money Dinamic Euro o los de Gesmadrid (Plusmadrid Valor, Plusmadrid Ahorro o Fontesorería.

Todos estos productos han perdido rentabilidad en las últimas semanas, sobre todo tras conocer la quiebra de Lehman Brothers ya que los activos en los que invertían relacionados con este banco (acciones o bonos) han perdido prácticamente todo su valor. Tras lo ocurrido con Lehman y la crisis financiera mundial, en estos momentos los activos más seguros son los de deuda pública o los fondos de inversión que invierte en ella, según asegura Alicia Jiménez, directora de análisis de Self Trade.

Cuándo está afectado un fondo

Un fondo de inversión compone su cartera, en general, de numerosos títulos que, según su naturaleza, pueden ser de renta fija, renta variable u otros productos más sofisticados, como derivados (opciones y futuros)... Cuando una empresa en la que invierten va a la quiebra, impacta directamente en su rentabilidad, ya que los activos de dicha empresa reducen su valor a cero.

En la mayoría de los casos, las empresas en las que invierten los fondos de inversión cotizan en Bolsa, por lo que son sus acciones las que pierden prácticamente su valor. Como ejemplos, pueden citarse los casos de Enron o Worldcom, cuyas acciones se redujeron prácticamente a cero tras anunciar su bancarrota, lo que repercutió en los fondos de inversión que tenían posiciones en dichas compañías.

Cuando una empresa va a la quiebra, sus activos reducen su valor a cero

Las grandes empresas suelen realizar emisiones de deuda, lanzando al mercado títulos de renta fija, como bonos, cédulas o pagarés, en las que también pueden invertir los fondos de inversión. Estas emisiones entran dentro de lo que se denomina renta fija privada.

Cuando una empresa quiebra, dependiendo de su tamaño y de las emisiones que haya hecho, lo normal es que queden afectados tanto los fondos de renta variable (los que invierten en Bolsa), como los de renta fija (que invierten en títulos aparentemente seguros). De hecho, el impacto en los fondos de renta fija suele ser más sorprendente, ya que la oscilación de la rentabilidad de estos productos acostumbra a ser pequeña. Por lo tanto, cuando ocurre un suceso extraordinario, como una quiebra de una empresa en la que participan, la caída en su rentabilidad suele ser bastante llamativa. Esto le ha ocurrido, por ejemplo, al fondo de inversión Euro Cash (de Renta 4): en los últimos cuatro años, sus ganancias medias anuales alcanzaban el 2,5%. De hecho, al cierre del primer semestre del año acumulaba también unas ganancias interanuales del 2,2%. La rentabilidad del producto, sin embargo, ha caído en picado en las últimas semanas, sobre todo tras el anuncio de quiebra de Lehman Brothers, ya que el fondo mantenía fuertes inversiones en bonos del banco estadounidense. En la actualidad, su rentabilidad anual es del 0,5%, bastante por debajo de la media de su categoría (que gana un 2,66% en los últimos 12 meses).

LOS FONDOS MÁS SEGUROS

Ante la desconfianza que existe en el mercado, sobre todo por la fuerte volatilidad bursátil (con caídas y subidas del 10% diarias) y el miedo a sufrir más quiebras bancarias, los expertos aseguran que los fondos más seguros son hoy por hoy los que invierten en deuda pública.

Los bonos gubernamentales ofrecen una inversión segura para los que temen un impago de las empresas o la quiebra de un banco, como afirma Stewart Cowley, director de renta fija de la gestora Newton, parte de BNY Mellon AM, quien añade que "la solvencia de los gobiernos en los países desarrollados está muy por encima del sector privado". Desde Banif aseguran que "en momentos de incertidumbre como el actual, los fondtesoros (fondos que invierten en deuda pública) son un buen refugio, ya que aúnan la liquidez y la seguridad de los activos del Tesoro".

¿Cuánto se puede perder?


- Imagen: T. Al Nakib -

¿Cuánto puede perder un fondo cuando una empresa en la que invierte va a la quiebra? En España, la legislación actual que regula los fondos de inversión (Real Decreto 362/2007, de 16 de marzo, por el que se modifica el reglamento que desarrolla la Ley 35/2003, de 4 de noviembre, de Instituciones de Inversión Colectiva) indica que la pérdida máxima que un fondo de inversión puede tener por la inversión en un solo activo es del 10%. Esta exigencia, sin embargo, no se aplica en el caso de los "hedge funds" (fondos de inversión libre), que cuentan con una libertad más amplia para elegir sus inversiones.

Evitar las pérdidas en caso de que una empresa en la que participa un fondo quiebre es prácticamente imposible. No obstante, las gestoras siguen unos rígidos criterios de diversificación de activos (las carteras de los fondos están compuestas, por lo general, por un mínimo de 15 ó 20 activos diferentes), lo que diluye bastante la pérdida que pueda suponer una quiebra. Además, los partícipes deben saber que uno no registra en realidad pérdidas hasta que vende su fondo de inversión. Por tanto, aunque los se pueden tener hoy "pérdidas latentes", no son pérdidas reales. Por lo general, la inversión en estos activos debe realizarse a medio-largo plazo, periodo de tiempo suficiente como para que la gestora reoriente su estrategia y sea capaz de ofrecer buenos resultados. Y siempre queda la opción de "cambiarse de fondo sin peaje fiscal", según comenta Alicia Jiménez.

Las gestoras siguen unos rígidos criterios de diversificación, lo que diluye la pérdida que pueda suponer una quiebra

Respecto a los fondos garantizados (los que aseguran todo o parte del capital invertido más una revalorización fija en algunos casos, o variable, según se cumplan determinadas condiciones), en el peor de los casos cuando la empresa garante va a la quiebra los partícipes pueden perder todo su capital. No obstante, también puede ocurrir que un fondo esté garantizado por una gestora española (sin problemas de solvencia), pero que invierta en una empresa en quiebra. En este caso, se verá afectada la valoración del fondo, aunque como la gestora española es la garante, en la fecha del vencimiento las pérdidas derivadas del impacto de la bancarrota deberán ser absorbidas por la gestora (garante) y no por el particular. En el caso de Lehman Brothers, en la actualidad, hay 38 fondos garantizados en España afectados.

Información al partícipe

El Reglamento de Instituciones de Inversión Colectiva exige una estricta transparencia a las gestoras de fondos de inversión, que deben informar trimestralmente a sus partícipes de la evolución de sus productos. Por lo general, en dichos folletos figura la política de inversión que está siguiendo la gestora, y suele aparecer la distribución de activos en porcentaje. Sin embargo, no suele expresar el nombre concreto de los activos en los que invierte. Si un inversor lo desea y así lo solicita, la gestora estará obligada a comunicar cuáles son dichos activos. En caso de que no lo hiciera recibiría su correspondiente sanción por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

La crisis de Lehman genera desconfianza y el patrimonio de los fondos de inversión en septiembre fue un 2,8% inferior al de agosto

Las gestoras españolas actúan con diligencia, y son muchas las que han remitido cartas a sus inversores comunicándoles su implicación en la quiebra de Lehman Brothers. En cualquier caso, este hecho extraordinario ha servido para incrementar la desconfianza hacia este tipo de inversiones. Sólo en el mes de septiembre, los partícipes españoles se han reembolsado 4.036 millones de euros, según los datos de Inverco (Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones). A cierre de septiembre, el patrimonio de los fondos de inversión alcanza los 187.858 millones de euros, lo que supone un descenso de 5.390 millones de euros, un 2,8% menos, con respecto al pasado mes de agosto. En los últimos meses, como asegura José Antonio Pérez, director de márketing y estrategia de Openbank, hay clientes que están vendiendo fondos de inversión y dedicando esos recursos a contratar depósitos de alta remuneración.


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s2t2 -Evitar robos en cajeros automáticos

Evitar robos en cajeros automáticos

En España hay anualmente cerca de 450 atracos con violencia en estos dispositivos

  • Por LAURA CAORSI
  • 18 de septiembre de 2008

El cajero, elemento habitual

- Imagen: hireen -

En apenas tres décadas, lo que era una curiosidad o una forma novedosa de relacionarse con el banco se ha convertido en unarutina doméstica, como hacer la compra en el mercado o llevar a los niños al colegio. La autogestión ha ganado terreno. No sólo hay miles de terminales automáticos repartidos a lo largo y ancho del país; los españoles realizan, cada día, casi dos millones de operaciones bancarias en ellos, aunque sigan fallando en seguridad y accesibilidad para discapacitados. Pero con la comodidad y los avances tecnológicos también han aumentado los riesgos, y en nuestro país se producen cada año cerca de 450 robos con violencia o intimidación en los cajeros.

España es el país europeo que tiene más cantidad de cajeros automáticos por habitante, con una red que se aproxima a las 61.000 unidades y que continúa creciendo conforme pasan los años. El promedio es de un dispositivo cada 730 personas, una proporción que sólo superan los japoneses y que convierte a estas máquinas en elementos habituales del paisaje. El dato -de diciembre de 2007- refleja la gran aceptación social que han tenido los cajeros desde 1974, cuando comenzó a funcionar el primero en Toledo. El cajero ha sustituido ya para multitud de operaciones al banco tradicional, a pesar de que éste sea más seguro. Aunque no es infalible, sí cuenta con elementos que disuaden a los atracadores: desde mecanismos de alarma, cámaras de seguridad y personal de vigilancia hasta la presencia de otros clientes, o el simple hecho de que trabajan en horario comercial, a plena luz del día. Los cajeros, por el contrario, funcionan también por la noche, se utilizan en solitario, pueden estar ubicados en lugares apartados, mal iluminados o en la propia vía pública, sin suficientes medidas de protección. De hecho, estudio realizado por CONSUMER EROSKI a finales del año pasado demostró que, si bien el parque de cajeros automáticos de España es heterogéneo y variado, hay un alto porcentaje de unidades que suspende en prevención de robos y consejos de seguridad.

La prevención

Más allá del cajero o la institución que le respalde, ¿qué puede hacer el usuario para evitar ser víctima de un robo o un fraude? Aunque no siempre están a la vista o al alcance de la mano, casi todas las entidades bancarias ofrecen recomendaciones prácticas. Sin embargo, es importante aclarar que en estos terminales suelen producirse dos tipos de robo distintos: el físico y el electrónico; y que las precauciones -o los pasos que se han de seguir, en caso de que no pueda evitarse el atraco- varían según se trate de uno u otro. Según consta en los anuarios del Ministerio del Interior, cada año tienen lugar unos 450 robos con violencia o intimidación en los cajeros automáticos. La cifra es baja si se la compara con la cantidad de unidades que existen en España y operaciones que se realizan a diario, pero preocupante si se piensa que hay más de un asalto por día.

El primer consejo que dan las instituciones de crédito y bancarias tiene que ver con la elección del cajero automático. Evitar los que se encuentran aislados, con poca iluminación o expuestos a la vía pública -especialmente de noche- también ayuda a evitar sorpresas. Si el barrio donde se está no es seguro o si el usuario no utiliza ese cajero de manera habitual, es preferible buscar otro que sí cuente con elementos disuasorios, como iluminación propia, puerta con cerrojo y cámara de vigilancia. Incluso si el cajero alternativo pertenece a otra red -y, por tanto, cobra una comisión- hay ocasiones en que la tranquilidad compensa el gasto, pues lo barato puede salir caro.

Asegurarse de estar solos es otra forma de prevenir incidentes. No es conveniente utilizar un cajero en compañía de otras personas, aun cuando parezcan inofensivas o sean niños, ya que se han dado casos de robos perpetrados por menores. Si no se puede evitar la presencia ajena, es fundamental que nadie vea la clave de acceso personal (PIN), un código de cuatro dígitos que, por recomendación de todos los bancos, el usuario debe memorizar. Llevar el número escrito en un papel de la cartera equivale a poner la dirección de casa en el llavero: cualquier persona que accediera a esa información podría delinquir con mayor facilidad. A su vez, el código elegido no debe ser obvio: nada de "1234", fechas de nacimiento o aniversarios; cuanto menos relacionado esté con los datos personales de usuario, mejor. En cualquier caso, en el momento de ingresar el número, es imprescindible cubrir el teclado con una de las manos o el cuerpo para que ninguna otra persona tenga acceso visual.

El dinero, la tarjeta y los objetos personales

Las operaciones que se pueden realizar en los cajeros son cada vez más diversas; van desde la simple consulta del saldo en la cuenta, hasta la recarga del teléfono móvil o la compra de entradas para espectáculos culturales. No obstante, por cada diez transacciones que se efectúan en ellos, seis son reintegros de efectivo. Sacar dinero es la gestión más frecuente, sobre todo en los días y horarios en que los bancos están cerrados. En estos casos, las entidades aconsejan guardarlo con rapidez, antes de salir nuevamente a la calle, y si el cliente desea contarlo, hacerlo luego con discreción. También es aconsejable guardar los comprobantes de la transacción que se ha hecho para asegurarse de que la misma es correcta o poder reclamar en caso contrario. En cuanto a la tarjeta, tenerla a mano sirve para que el proceso sea más ágil. Abrir el bolso junto a un cajero y ponerse a rebuscar en él impide estar atento al entorno y favorece los atracos sorpresivos.

Para algunos robos, en lugar de utilizarse la violencia, se apuesta por la distracción

Por supuesto, hay que vigilar los objetos personales manteniéndolos cerca, pero sin descuidar la pantalla y las ranuras del aparato. Para algunos robos, en lugar de utilizarse la violencia, se apuesta por la distracción. En esa línea, si un amigo de lo ajeno se aproxima a las bolsas de la compra, el paraguas o cualquier otra cosa que uno lleve, lo primordial es concluir o cancelar la operación que se está haciendo y recuperar la tarjeta antes de enzarzarse con el ratero, ya que muchas veces no está interesado en esos objetos, sino en desviar la atención de la víctima para hacerse con el botín que realmente le importa: el dinero de su cuenta bancaria. Si se es abordado por otra persona, lo mejor es cancelar la operación, recuperar la tarjeta y retirarse.

El mismo consejo sirve para quienes acudan en coche hasta el cajero automático. Jamás deben dejarlo con las puertas o ventanillas abiertas, con objetos de valor a la vista y, mucho menos, al ralentí. En ocasiones, por ahorrar tiempo, los conductores detienen su vehículo cerca y lo dejan en marcha o lo aparcan en doble fila. Eso se convierte en un factor de distracción y puede conllevar que, o bien le roben el coche o los delincuentes hagan un amago de hurto para desviar la atención de la operación que se pretenden realizar.

El robo electrónico

Una encuesta realizada por la multinacional NCR, especialista en seguridad electrónica para bancos y entidades financieras, desveló que en España uno de cada tres usuarios de cajeros automáticos considera insuficientes las medidas de seguridad. Este temor se explica porque, además de los asaltos físicos, también existen los electrónicos, que son mucho más frecuentes y sutiles, hasta el punto de que alguien puede ser robado sin que se dé cuenta de ello en el momento. Los ladrones de este tipo son más difíciles de detectar y, en general, poseen conocimientos informáticos, pues utilizan elementos tecnológicos para el atraco, como cámaras ocultas y falsas ranuras con lectores que se colocan en la superficie del cajero. Así, al introducir la tarjeta, el dispositivo registra la información importante (número, nombre del titular, fecha de vencimiento, etc.) igual que si fuera un escáner, mientras que la cámara oculta graba el código PIN. Con esos datos en la mano, es perfectamente posible utilizar los fondos de la víctima para hacer compras por Internet.

El mecanismo parece sacado de un cuento de ciencia ficción pero, lamentablemente, es real y sucede. Más alarmante todavía es conocer la existencia de otro método prácticamente casero, cuyas instrucciones de confección y uso pueden encontrarse con facilidad en varias páginas web. En líneas generales, se trata de una cinta negra, plana y prácticamente indetectable que los ladrones introducen en la ranura del cajero. Cuando el usuario coloca su tarjeta, ésta queda atrapada en el interior, aunque sin llegar a posicionarse en el lugar en que debería. El cajero no puede efectuar la operación y el cliente, por lógica, intenta recuperar su tarjeta. Sin embargo, una especie de ganchillos o lengüetas impiden su expulsión. En ese momento, suele aparecer alguien amable que finge prestar ayuda e insta a la víctima a intentarlo otra vez, digitando su número PIN. Por supuesto, la tarjeta sigue atrapada y el usuario, por lo general, se va, creyendo que la recuperará después en el banco. El tiempo que tarde en llamar a la entidad para notificar del incidente es más que suficiente para que el ladrón "pesque" la tarjeta, la introduzca correctamente, marque el número secreto y retire la mayor cantidad de efectivo posible.

Uno de cada tres usuarios de cajeros automáticos considera insuficientes las medidas de seguridad

Los consejos para evitar este tipo de robos son unánimes. En primer lugar, antes de iniciar cualquier transacción, es necesarioasegurarse de que no haya elementos extraños en el cajero y que todas las ranuras estén despejadas, sin materiales adheridos, incluida la que expende el dinero. Si la unidad está protegida por una puerta, conviene cerrarla por dentro, para evitar que otras personas puedan entrar. De no ser posible, en ningún caso debe aceptarse la ayuda de personas desconocidas. Al finalizar una operación, hay que prestar atención a la tarjeta que devuelve el cajero, ya que también existen aparatos fraudulentos que retienen el plástico auténtico y devuelven otro en su lugar. Si la tarjeta o el dinero no salieran de la máquina, el primer paso es verificar la ranura correspondiente. En caso de no estar atrapados allí, se debe avisar de lo ocurrido al banco. Por ello, tan importante como memorizar el código secreto es saber el número de teléfono que la entidad tiene habilitado para alertar de estos incidentes o solicitar el bloqueo de las tarjetas. No importa que el suceso tenga lugar de madrugada, un día festivo o fuera del país; todas las instituciones cuentan con este servicio de atención permanente, que funciona las 24 horas del día.

En estos casos, el móvil suele ser un gran aliado, pues permite llamar al banco desde el lugar del incidente y cancelar las tarjetas antes de abandonar el cajero. Si no se dispone de un teléfono en ese momento, lo ideal es avisar cuanto antes, ya sea desde una cabina pública, un comercio cercano o la casa, pero hacerlo uno mismo. El procedimiento es sencillo y ágil; sin embargo, requiere proporcionar datos personales, de modo que no es aconsejable que otra persona se encargue del asunto, aun cuando se ofrezca a llamar desde su móvil, asegure conocer el número de teléfono para incidencias o diga que sabe lo que hay que hacer. Asimismo, y aunque no ocurra nada sospechoso o inusual, siempre conviene revisar el estado de cuenta con cierta periodicidad, guardar los comprobantes y tener un registro personal de los movimientos para poder detectar cualquier anormalidad, por nimia que sea.

LA RESPUESTA DEL BANCO

Las precauciones ayudan a disminuir los robos, pero a veces no son suficientes. Los asaltos también se producen en las inmediaciones del cajero, tras seguir a la víctima, cuando está desprevenida. Y bajo amenaza o intimidación con un arma, está claro que lo más valioso es la vida. Por esa razón, antes de arriesgarse innecesariamente o exponerse a algo más grave que un atraco, es bueno conocer los servicios y características de seguridad que ofrecen las entidades emisoras de tarjetas y los bancos. Por ley, las entidades deben cumplir con ciertos requisitos de protección, de modo que, si una persona es víctima de robo en un dispositivo adulterado, puede reclamar a la institución que se le reintegre el dinero. Más aún: muchos bancos y tarjetas ofrecen cobertura contra robos tras haber retirado efectivo, incluso si el delito se produce fuera del cajero.

La oferta es variada. Unos cubren hasta 600 euros por siniestro y tarjeta. Otros, más. Algunos miden la cobertura en tiempo (por ejemplo, es válida durante los quince minutos posteriores al retiro de dinero) y otros delimitan ese seguro por áreas, como cuando el asalto se produce a menos de 200 ó 300 metros del lugar donde está ubicado el cajero. En ocasiones, este servicio es gratuito o no tiene costes adicionales en el momento de utilizarlo, aunque también hay tarjetas que cobran una franquicia si el cliente recurre al seguro. Por último, además de las propias instituciones y sus características, existen en el mercado paquetes de seguros privados que no son excesivamente caros y contemplan este tipo de asaltos.

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La Crisis Ninja -Leopoldo abadia

Leopoldo Abadia en Buenafuente


Publicado el 6/03/08

Explicación a la crisis financiera que nos azota.

INTERESANTE DE VERDAD.

Me han hecho llegar esta buena explicación sobre la crisis financiera que azota los mercados desde que se destapo la crisis de las hipotecas subprime en USA. Me ha perecido muy interesante y formativa así que he pensado que valía le pena reproducirla aquí:

CRISIS 2007-2008. La historia es la siguiente:

1.Durante años, los tipos de interés vigentes en los mercados financieros internacionales han sido excepcionalmente bajos.

2.Esto ha hecho que los Bancos hayan visto que el negocio se les hacía más pequeño:

a.Daban préstamos a un bajo interés

b.Pagaban algo por los depósitos de los clientes (cero si el depósito está en cuenta corriente y, si además, cobran Comisión de Mantenimiento, pagaban "menos algo")

c.Pero, con todo, el Margen de Intermediación ("a" menos "b") decrecía

3.A alguien, entonces, en América, se le ocurrió que los Bancos tenían que hacer dos cosas:

a.Dar préstamos más arriesgados, por los que podrían cobrar más intereses

b.Compensar el bajo Margen aumentando el número de operaciones (1000 x poco es más que 100 x poco)

4.En cuanto a lo primero (créditos más arriesgados), decidieron:

a.Ofrecer hipotecas a un tipo de clientes, los "ninja" (no income, no job, no assets; o sea, personas sin ingresos fijos, sin empleo fijo, sin propiedades)

b.Cobrarles más intereses, porque había más riesgo

c.Aprovechar el boom inmobiliario que había en el mercado norteamericano

d.Además, llenos de entusiasmo, decidieron conceder créditos hipotecarios por un valor superior al valor de la casa que compraba el ninja, porque, con el citado boom inmobiliario, esa casa, en pocos meses, valdría más que la cantidad dada en préstamo.

e.A este tipo de hipotecas, les llamaron "hipotecas subprime"

i.Se llaman "hipotecas prime" las que tienen poco riesgo de impago. En una escala de clasificación entre 300 y 850 puntos, las hipotecas prime están valoradas entre 850 puntos las mejores y 620 las menos buenas.

ii.Se llaman "hipotecas subprime" las que tienen más riesgo de impago y están valoradas entre 620 las menos buenas y 300, las malas.

f.Además, como la economía americana iba muy bien, el deudor hoy insolvente podría encontrar trabajo y pagar la deuda sin problemas.

g.Este planteamiento fue bien durante algunos años. En esos años, los ninja iban pagando los plazos de la hipoteca y, además, como les habían dado más dinero del que valía su casa, se habían comprado un coche, habían hecho reformas en la casa y se habían ido de vacaciones con la familia. Todo ello, seguramente, a plazos, con el dinero de más que habían cobrado y, en algún caso, con lo que les pagaban en algún empleo o chapuza que habían conseguido.

5.1er. comentario: creo que, hasta aquí, todo está muy claro y también está claro que cualquier persona con sentido común, aunque no sea un especialista financiero, puede pensar que, si algo falla, el batacazo puede ser importante.

6.En cuanto a lo segundo (aumento del número de operaciones):

a.Como los Bancos iban dando muchos préstamos hipotecarios, se les acababa el dinero. La solución fue muy fácil: acudir a Bancos extranjeros para que les prestasen dinero, porque para algo está la globalización. Con ello, el dinero que yo, hoy por la mañana, he ingresado en la Oficina Central de la Caja de Ahorros de San Quirico de Safaja puede estar esa misma tarde en Illinois, porque allí hay un Banco al que mi Caja de Ahorros le ha prestado mi dinero para que se lo preste a un ninja. Por supuesto, el de Illinois no sabe que el dinero le llega desde mi pueblo, y yo no sé que mi dinero, depositado en una entidad seria como es mi Caja de Ahorros, empieza a estar en un cierto riesgo. Tampoco lo sabe el Director de la Oficina de mi Caja, que sabe -y presume- de que trabaja en una Institución seria. Tampoco lo sabe el Presidente de la Caja de Ahorros, que sólo sabe que tiene invertida una parte del dinero de sus inversores en un Banco importante de Estados Unidos.

7.2º comentario: la globalización tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes, y sus peligros. La gente de San Quirico no sabe que está corriendo un riesgo en Estados Unidos y cuando empieza a leer que allí se dan hipotecas subprime, piensa: "¡Qué locuras hacen estos americanos!"


8.Además, resulta que existen las "Normas de Basilea", que exigen a los Bancos de todo el mundo que tengan un Capital mínimo en relación con sus Activos. Simplificando mucho, el Balance del Banco de Illinois es:

ACTIVO PASIVO

Dinero en Caja Dinero que le han prestado otros Bancos
Créditos concedidos Capital
Reservas

TOTAL X millones X millones

Las Normas de Basilea exigen que el Capital de ese Banco no sea inferior a un determinado porcentaje del Activo. Entonces, si el Banco está pidiendo dinero a otros Bancos y dando muchos créditos, el porcentaje de Capital sobre el Activo de ese Banco baja y no cumple con las citadas Normas de Basilea.

9.Hay que inventar algo nuevo. Y eso nuevo se llama Titulización: el Banco de Illinois "empaqueta" las hipotecas -prime y subprime- en paquetes que se llaman MBS (Mortgage Backed Securities, o sea, Obligaciones garantizadas por hipotecas). O sea, donde antes tenia 1.000 hipotecas "sueltas", dentro de la Cuenta "Créditos concedidos", ahora tiene 10 paquetes de 100 hipotecas cada uno, en los que hay de todo, bueno (prime) y malo (subprime), como en la viña del Señor.

10.El Banco de Illinois va y vende rápidamente esos 10 paquetes:

a.¿Dónde va el dinero que obtiene por esos paquetes? Va al Activo, a la Cuenta de "Dinero en Caja", que aumenta, disminuyendo por el mismo importe la Cuenta "Créditos concedidos", con lo cual la proporción Capital/Créditos concedidos mejora y el Balance del Banco cumple con las Normas de Basilea.

b.¿Quién compra esos paquetes y además los compra rápidamente para que el Banco de Illnois "limpie" su Balance de forma inmediata? ¡Muy buena pregunta! El Banco de Illinois crea unas entidades filiales, los conduits, que no son Sociedades, sino trusts o fondos, y que, por ello no tienen obligación de consolidar sus Balances con los del Banco matriz. Es decir, de repente, aparecen en el mercado dos tipos de entidades:

i.El Banco de Illinois, con la cara limpia

ii.El Chicago Trust Corporation (o el nombre que le queráis poner), con el siguiente Balance:

ACTIVO PASIVO

Los 10 paquetes de hipotecas Capital:
lo que ha pagado por esos paquetes

11.3er. comentario: Si cualquier persona que trabaja en la Caja de Ahorros de San Quirico, desde el Presidente al Director de la Oficina supiera algo de esto, se buscaría rápidamente otro empleo. Mientras tanto, todos hablan en Expansión de sus inversiones internacionales, de las que ya veis que no tienen la más mínima idea.

12.¿Cómo se financian los conduits? En otras palabras, ¿de dónde sacan dinero para comprar al Banco de Illinois los paquetes de hipotecas? De varios sitios:

a.Mediante créditos de otros Bancos (4º Comentario: La bola sigue haciéndose más grande)

b.Contratando los servicios de Bancos de Inversión que pueden vender esos MBS a Fondos de Inversión, Sociedades de Capital Riesgo, Aseguradoras, Financieras, Sociedades patrimoniales de una familia, etc. (5º Comentario: fijaos que el peligro se nos va acercando, no a España, sino a nuestra familia, porque igual, animado por el Director de la oficina de San Quirico, voy y meto mi dinero en un Fondo de Inversión)

c.Lo que pasa es que, para ser "financieramente correctos", los conduits o MBS tenían que ser bien calificados por las agencias de rating, que dan calificaciones en función de la solvencia. Estas calificaciones dicen: "a esta empresa, a este Estado, a esta organización se le puede prestar dinero sin riesgo", o "tengan cuidado con estos otros porque se arriesga usted a que no le paguen".

d.Incluyo aquí lo que decía el vocablo "Rating" de este Diccionario, para que lo tengáis todo en el mismo bloque:

RATING. Calificación crediticia de una Compañía o una Institución, hecha por una agencia especializada. En España, la agencia líder en este campo es Fitch Ratings.

Los niveles son:

AAA, el máximo
AA
A
BBB
BB
Otros, pero son muy malos

En general:

Un Banco o Caja grande suele tener un rating de AA
Un Banco o Caja mediano, un rating de A

e.Las Agencias de rating otorgaban estas calificaciones o les daban otros nombres, más sofisticados, pero que, al final, dicen lo mismo:

Llamaban:

Investment grade a los MBS que representaban hipotecas prime, o sea, las de menos riesgo (serían las AAA, AA y A)

Mezzanine, a las intermedias (supongo que las BBB y quizá las BB)

Equity a las malas, de alto riesgo, o sea, a las subprime, que, en este tinglado, son las protagonistas

f.Los Bancos de Inversión colocaban fácilmente las mejores (investment grade), a inversores conservadores, y a intereses bajos.

g.Otros gestores de Fondos, Sociedades de Capital Riesgo, etc, más agresivos . pretendían obtener, a toda costa, rentabilidades más altas, entre otras razones porque esos señores cobran el bonus de final de año en función de la rentabilidad obtenida.

h.Problema: ¿Cómo vender MBS de los malos a estos últimos gestores sin que se note excesivamente que están incurriendo en riesgos excesivos?

i.6º Comentario: La cosa se complica y, por supuesto, los de la Caja de Ahorros de San Quirico siguen haciendo declaraciones en Expansión felices y contentos, hablando de la buena marcha de la economía y de la Obra Social que están haciendo.


j.Algunos Bancos de Inversión lograron, de las Agencias de Rating una recalificación (un re-rating, palabro que no existe, pero que sirve para entendernos)

k.El re-rating es un invento para subir el rating de los MBS malos, que consiste en:

i.Estructurarlos en tramos, a los que les llaman tranches, ordenando, de mayor a menor, la probabilidad de un impago, y con el compromiso de priorizar el pago a los menos malos. Es decir:

1.Yo compro un paquete de MBS, en el que me dicen que los tres primeros MBS son relativamente buenos, los tres segundos, muy regulares y los tres terceros, francamente malos. Esto quiere decir que he estructurado el paquete de MBS en tres tranches: el relativamente bueno, el muy regular y el muy malo.

2.Me comprometo a que si no paga nadie del tranche muy malo (o como dicen estos señores, si en el tramo malo incurro en default), pero cobro algo del tranche muy regular y bastante del relativamente bueno, todo irá a pagar las hipotecas del tranche relativamente bueno, con lo que, automáticamente, este tranche podrá ser calificado de AAA.

3.(7º Comentario: En los "Comentarios de Coyuntura Económica del IESE", de Enero 2008, de los que he sacado la mayor parte de lo que os estoy diciendo, le llaman a esto "magia financiera")


ii.Para acabar de liar a los de San Quirico, estos MBS ordenados en tranches fueron rebautizados como CDO (Collateralized Debt Obligations, Obligaciones de Deuda Colateralizada), como se les podía haber dado otro nombre exótico.

iii.No contentos con lo anterior, los magos financieros crearon otro producto importante: los CDS (Credit Default Swaps) En este caso, el adquirente, el que compraba los CDO, asumía un riesgo de impago por los CDO que compraba, cobrando más intereses. O sea, compraba el CDO y decía: "si falla, pierdo el dinero. Si no falla, cobro más intereses."

iv.Siguiendo con los inventos, se creó otro instrumento, el Synthetic CDO, que no he conseguido entender, pero que daba una rentabilidad sorprendentemente elevada.

v.Más aún: los que compraban los Synthetic CDO podían comprarlos mediante créditos bancarios muy baratos. El diferencial entre estos intereses muy baratos y los altos rendimientos del Synthetic hacía extraordinariamente rentable la operación.

13.Al llegar aquí y confiando en que no os hayáis perdido demasiado, quiero recordar una cosa que es posible que se os haya olvidado, dada la complejidad de las operaciones descritas: que todo está basado en que los ninjas pagarán sus hipotecas y que el mercado inmobiliario norteamericano seguirá subiendo.

14.PERO:

a.A principios de 2007, los precios de las viviendas norteamericanas se desplomaron.

b.Muchos de los ninjas se dieron cuenta de que estaban pagando por su casa más de lo que ahora valía y decidieron (o no pudieron) seguir pagando sus hipotecas.

c.Automáticamente, nadie quiso comprar MBS, CDO, CDS, Synthetic CDO y los que ya los tenían no pudieron venderlos.

d.Todo el montaje se fue hundiendo y un día, el Director de la Oficina de San Quirico llamó a un vecino para decirle que bueno, que aquel dinero se había esfumado, o, en el mejor de los casos, había perdido un 60 % de su valor.

e.8º Comentario: Vete ahora a explicar al vecino de San Quirico lo de los ninjas, el Bank de Illinois y el Chicago Trust Corporation. No se le puede explicar por varias razones: la más importante, porque nadie sabe dónde está ese dinero. Y al decir nadie, quiero decir NADIE.


f.Pero las cosas van más allá. Porque nadie -ni ellos- sabe la porquería que tienen los Bancos en los paquetes de hipotecas que compraron, y como nadie lo sabe, los Bancos empiezan a no fiarse unos de otros.

g.Como no se fían, cuando necesitan dinero y van al MERCADO INTERBANCARIO, que es donde los Bancos se prestan dinero unos a otros, o no se lo prestan o se lo prestan caro. El interés a que se prestan dinero los Bancos en el Interbancario es el Euribor (Europe Interbank Offered Rate, o sea, Tasa de Interés ofrecida en el mercado interbancario en Europa), tasa que, como podéis ver en el vocablo EURIBOR A 3 MESES de este Diccionario, ha ido subiendo (ahora está empezando a bajar.)

h.Por tanto, los Bancos ahora no tienen dinero. Consecuencias:

i.No dan créditos

ii.No dan hipotecas, con lo que los Astroc, Renta Corporación, Colonial, etc., lo empiezan a pasar mal, MUY MAL. Y los accionistas que compraron acciones de esas empresas, ven que las cotizaciones de esas Sociedades van cayendo vertiginosamente.

iii.El Euribor a 12 meses, que es el índice de referencia de las hipotecas, ha ido subiendo (v. Vocablo EURIBOR A 12 MESES en este Diccionario), lo que hace que el español medio, que tiene su hipoteca, empieza a sudar para pagar las cuotas mensuales. (Ahora ha empezado a bajar)

iv.Como los Bancos no tienen dinero,

1.Venden sus participaciones en empresas
2.Venden sus edificios
3.Hacen campañas para que metamos dinero, ofreciéndonos mejores condiciones

v.Como la gente empieza a sentirse apretada por el pago de la hipoteca, va menos al Corte Inglés.

vi.Como el Corte Inglés lo nota, compra menos al fabricante de calcetines de Mataró, que tampoco sabía que existían los ninja.

vii.El fabricante de calcetines piensa que, como vende menos calcetines, le empieza a sobrar personal y despide a unos cuantos.

viii.Y esto se refleja en el índice de paro, fundamentalmente en Mataró, donde la gente empieza a comprar menos en las tiendas.

15.Esto es un Diccionario de vocablos. Lo que pasa es que el vocablo "Crisis 2007-2008" es muy serio. El título puede inducir a error, pensando que la crisis se va a acabar en 2008. Ahora viene otra pregunta: "¿Hasta cuándo va a durar esto?

16.Pues muy buena pregunta, también. muy difícil de contestar, por varias razones:

a.Porque se sigue sin conocer la dimensión del problema (las cifras varían de 100.000 a 500.000 millones de dólares)

b.Porque no se sabe quiénes son los afectados. No se sabe si mi Banco, el de toda la vida, Banco serio y con tradición en la zona, tiene mucha porquería en el Activo. Lo malo es que mi Banco tampoco lo sabe.

c.Cuando, en América, las hipotecas no pagadas por los ninja se vayan ejecutando, o sea, los Bancos puedan vender las casas hipotecadas por el precio que sea, algo valdrán los MBS, CDO, CDS y hasta los Synthetic.

d.Mientras tanto, nadie se fía de nadie.

17.9º Comentario:

a.Alguien ha calificado este asunto como "la gran estafa"

b.Otros han dicho que el Crack del 29, comparado con esto, es un juego de niñas en el patio de recreo de un convento de monjas

c.Bastantes, quizá muchos, se han enriquecido con los bonus que han ido cobrando. Ahora, se quedarán sin empleo, pero tendrán el bonus guardado en algún lugar, quizá en un armario blindado, que es posible que sea donde esté más seguro y protegido de otras innovaciones financieras que se le pueden ocurrir a alguien.

d.Las autoridades financieras tienen una gran responsabilidad sobre lo que ha ocurrido. Las Normas de Basilea, teóricamente diseñadas para controlar el sistema, han estimulado la TITULIZACIÓN hasta extremos capaces de oscurecer y complicar enormemente los mercados a los que se pretendía proteger.

e.Los Consejos de Administración de las entidades financieras involucradas en este gran fiasco, tienen una gran responsabilidad, porque no se han enterado de nada. Y ahí incluyo el Consejo de Administración de la Caja de Ahorros de San Quirico.

f.Algunas agencias de rating han sido incompetentes o no independientes respecto a sus clientes, lo cual es muy serio


18.Fin de la historia (por ahora): los principales Bancos Centrales (el Banco Central Europeo, la Reserva Federal norteamericana) han ido inyectando liquidez monetaria para que los Bancos puedan tener dinero.

19.Hay expertos que dicen que sí que hay dinero, pero que lo que no hay es confianza. O sea, que la crisis de liquidez es una auténtica crisis de no fiarse del prójimo.

20.Mientras tanto, los FONDOS SOBERANOS, o sea, los Fondos de inversión creados por Estados con recursos procedentes del superávit en sus cuentas, (procedentes principalmente del petróleo y del gas) como los Fondos de los Emiratos árabes, países asiáticos, Rusia, etc., están comprando participaciones importantes en Bancos americanos para sacarles del atasco en que se han metido.
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El autor de la explicación a la crisis de 2007-2008 es Leopoldo Abadía Sr., Profesor del IESE durante 31 años y Presidente del Grupo Sonnenfeld.

leopoldo.abadia@gruposonnenfeld.com

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s2t2 -El Informe Recarte 3 -(v1:02:13)

Junto a Luis de Guindos, ex secretario de Estado de Economía, y el catedrático de Economía Francisco Cabrillo, Alberto Recarte analizará los efectos que ha tenido para España la entrada en el euro.
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Cuando reina la desconfianza

Juan Velarde Fuertes

JUAN VELARDE FUERTES es catedrático Emérito de la Universidad Complutense y miembro de la Fundación de Estudios Sociológicos

Todos los artículos de Juan Velarde Fuertes

OPINIÓN

TRIBUNA ECONÓMICA

Cuando reina la desconfianza

De pronto se palpa en el conjunto del pueblo español una especie de colosal desconfianza sobre la situación económica. Es grave, porque el mundo financiero se basa en la confianza, y si falla el sector financiero, esto se propasa al conjunto de toda nuestra economía. Y esto, ¿a qué se ha debido? Ahora mismo disponemos de un excelente texto de Antonio Torrero, publicado en “Actualidad Económica” de 28 septiembre/2 octubre 2008, titulado “La soberbia de Zapatero”. He aquí unos párrafos incontrovertibles del profesor Torrero sobre las dos diferencias esenciales de nuestra crisis económica respecto a las de Francia, Alemania, o si nos apuramos, respecto a Norteamérica. En primer lugar que “la economía española tiene un problema de liquidez. Existe desconfianza en los mercados internacionales sobre nuestra capacidad para efectuar un ajuste”. Eso se mide, casi puntualmente, al observar la evolución de nuestro riesgo país. El 3 de mayo de 2007, de acuerdo con los datos que ofrecía al día siguiente “Financial Times”, el riesgo país de España era de 6; el británico, porque estaba fuera del euro, nos superaba nada menos que en un 1367% y el portugués en un 144%. Pasemos al 2 de octubre de 2008, diecisiete meses después, en pleno despliegue de nuestra crisis y de la internacional. El riesgo país español había subido a 54, pero lo tenemos más alto que el británico, nada menos que en un 24%, y respecto al portugués es inferior, pero sólo en un 12%.

Porque, adicionalmente, el endeudamiento de las familias ya durante el decenio 1996-2005 -después aun se ha incrementado más-, según el interesante artículo de Pedro Gento Marhuenda, “La evolución del endeudamiento de los hogares españoles durante el decenio 1996-2005”, publicado en la “Revista Asturiana de Economía”, mayo-agosto 2006, en ese periodo, “el valor nominal de la deuda de los hogares prácticamente se ha triplicado hasta alcanzar la cifra de 699.995 millones de euros, es decir, el 77’3% del PIB y el 120’4% de la Renta disponible Bruta de los hogares”. Y debe destacarse, además, que “a finales de 2005, los préstamos bancarios... eran la modalidad más importante de endeudamiento, representando el 93% de la deuda total de los hogares”.

En estas condiciones, aceptar un déficit en el sector público complica aun más las cosas. Porque, si a lo dicho, con cifras cada vez más agobiadoras, como consecuencia de la subida de los tipos de interés, el freno a los ingresos y el aumento del desempleo, agregamos un endeudamiento del sector público, más el de las empresas, el resultado puede ser intolerable. Esto se transmite, naturalmente, a la cifra de nuestro déficit por cuenta corriente. En los doce meses que concluyen en julio de 2008, alcanzaba la suma de 117.300 millones de euros, que se acumulaban al endeudamiento exterior anterior y eso cuando estaba unido a un presupuesto equilibrado. Si se elimina éste, el resultado será un mayor riesgo país hacia el futuro, lo que quiere decir más altos tipos de interés. El Banco Central Europeo pueda decidir, si es que lo decide, rebajar los tipos. Eso sólo significará facilitar nuestra ya muy alta inflación, con una disminución de competitividad en los mercados exteriores y, simultáneamente una más difícil financiación de la actividad económica, lo que sería tanto como mostrar a nuestros sectores productivos un panorama de fuerte aumento del paro y, por supuesto, una caída en las cotizaciones bursátiles.

De ahí que la segunda conclusión del profesor Torrero sea obvia. El “ajuste tiene que ser importante puesto que lo son los desequilibrios de nuestra economía: el déficit por cuenta corriente y la inflación”.

¿Se atisba algo de esto ahora mismo? Uno de los corolarios que señala el profesor Torrero debe hacernos meditar: “El riesgo más grave que plantea el obligado ajuste es que finalmente resulta afectada la banca. A pesar de su solidez, si la crisis se gestionara de forma inadecuada, su profundidad y duración podrían llevar a un deterioro del sistema bancario que haría más compleja la recuperación”. De momento, es suficiente con esta glosa.

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Las exigencias de un banco para prestar dinero

Las exigencias de un banco para prestar dinero

Los requisitos para conceder créditos permanecen invariables desde hace años, pero la resolución final es muy diferente

Los préstamos fáciles y baratos han quedado para el recuerdo. La crisis económica ha modificado la política de concesión de créditos por parte de las entidades bancarias que, ante la falta de liquidez generalizada, deciden no prestar dinero o hacerlo sólo al mejor postor, y aplicando un elevado interés. Aunque los requisitos exigidos para conceder un préstamo permanecen invariables desde hace años, la resolución final es ahora muy diferente. Conseguir capital prestado se ha convertido en una empresa muy difícil para el consumidor, verdadero perjudicado, a quien resulta casi imposible encontrar financiación para cualquier actividad económica que prevea iniciar.

  • Por BLANCA LÓPEZ-CABALLERO
  • 15 de octubre de 2008

Fin de los préstamos fáciles y baratos

- Imagen: Shlomit Wolf -

Ya sea para adquirir una vivienda, comprar un coche o para financiar cualquier tipo de gasto personal, los bancos y cajas piden a los solicitantes los mismos requisitos que hace un año, según señala María Rodríguez, analista de riesgos de una conocida entidad bancaria, pero "con los parámetros más ajustables". Es decir, que la exigencia de que el cliente se ajuste a los parámetros que el banco establece para la concesión de un préstamo no admite ahora ningún atisbo de flexibilidad. En la misma línea se expresa Javier Villoria que, desde La Caixa, matiza que lo que ha cambiado es la resolución final de cada caso. "En estos momentos, muy diferente a la de tiempo atrás".

Créditos personales

Aunque conseguir un préstamo bancario se haya convertido en una empresa particularmente complicada , estos se siguen solicitando. Los requisitos que se exigen y las condiciones imprescindibles que las entidades analizarán como segura garantía ante cada petición son los siguientes:

  • Estabilidad laboral

La condición imprescindible es disfrutar de una estabilidad laboral, de manera que el candidato deberá demostrar que no se ha producido un parón profesional en su vida laboral en los dos últimos años. El banco comprueba y se asegura de que hay una continuidad en el trabajo e incluso analiza la firmeza de la empresa contratante, para verificar una trayectoria intachable que despeje cualquier duda de solvencia y seriedad. En este sentido, los primeros perjudicados ante la nueva situación de la economía son, sin duda, los inmigrantes -como explica Rodríguez- a quienes "directa y drásticamente" se les ha "cortado el grifo" debido a su inestabilidad laboral. Sólo una contrastada aportación de fondos y una probada capacidad de ahorro podrían actuar como salvoconducto para que la entidad bancaria diera luz verde a la posibilidad de un crédito.

  • Probada capacidad de ahorro

La capacidad de generar ingresos y una contrastada solvencia son vitales para tramitar la posible concesión de un préstamo bancario. La peculiar situación de cada persona, su trayectoria vital, es revisada con lupa. El banco ya espera que un joven de 25 años se enfrente a la compra de su primera vivienda sin ningún patrimonio, ni grandes ahorros que le amparen; pero ¿qué ocurre si una persona de 45 años plantea la compra de su primera vivienda sin ningún respaldo económico? En casos como éste, el banco se permite juzgar el "modus vivendi" del solicitante: su posible carácter despilfarrador, a qué se ha dedicado en su vida o qué ha causado que haya vivido tanto tiempo sin generar ahorros.

Para obtener un crédito el nivel de endeudamiento del solicitante no debe superar el 40% de sus ingresos

  • Solvencia contrastada.

La sospecha de encontrarse ante un posible despilfarrador que no se ajusta a los parámetros exigidos puede ser un factor clave para la entidad financiera a la hora de no otorgarle su confianza. Ante un panorama poco esperanzador, el banco investigará el endeudamiento que el solicitante pueda tener, comprobando en primer lugar si el interesado acarrea préstamos con otras entidades bancarias. Algunas entidades concretan aún más: requieren las tres últimas nóminas del interesado y el IRPF de los últimos años.

  • Confianza que genera el cliente

Hay un factor relevante en la concesión de un crédito: el de la confianza generada por el cliente, como señala Javier Villoria, "cuanto más se conoce al cliente, más fácil es saber si va a devolver el dinero o no", aunque reconoce que "no siempre ocurre así". Tener en cuenta este parámetro justifica la facilidad para conceder préstamos a clientes de oficina que llevan operando con normalidad unos cuantos años, al considerar que demuestra un nivel de solvencia probado.

  • Nivel de endeudamiento

Se tiene muy en cuenta que el endeudamiento no sea alto; el coeficiente solicitado no debe ser mayor del 40% del total de los ingresos del trabajador.

  • Finalidad del préstamo

En la actual coyuntura incluso se cuestiona y sopesa la finalidad de los préstamos solicitados, por considerar muchos innecesarios. Hasta hace unos meses era una práctica habitual solicitar créditos, por ejemplo, para celebrar una primera comunión, conseguir un coche nuevo, disfrutar las épocas de rebajas o abonar las cuotas que suponía un crucero por el Caribe. Ahora, según los expertos, aunque se siguen solicitando créditos para pagar las vacaciones, el consumo ha descendido drásticamente y el cliente decide aguantar con un vehículo de segunda mano, o con años y kilómetros encima.

Préstamos hipotecarios

Costes de notaría incluidos y hasta el valor de los muebles, además del cien por cien del valor de tasación. Esta manera de operar respecto a la concesión de hipotecas era moneda de uso corriente en bancos y cajas antes de que comenzara la crisis. En pocos meses, la situación ha cambiado radicalmente para los pocos que aún se atreven a comprar una casa y solicitar un crédito hipotecario. Ahora, la entidad no subvenciona más del 80% del valor de la vivienda, y el cliente debe hacer frente al 20% restante, cantidad a la que sumar el total de gastos generados por la compra del inmueble.

No hay excepciones, ni fórmulas mágicas Con respecto a las hipotecas, considerados los préstamos de mayor importe, ocurre lo mismo que con los créditos personales: los requisitos que se piden para conceder un préstamo hipotecario ( nóminas, IRPF y tasación del inmueble) suelen ser prácticamente los mismos exigidos desde antes de la crisis económica, con una salvedad importante: al haber menos dinero, se presta menos y mucho más caro. Y se le presta, sobre todo, al que más dinero o garantías de devolución tenga, por ejemplo, a un cliente respaldado por propiedades inmobiliarias.

UN CASO DIFERENTE

Ante este panorama, destaca la inusual actitud de entidad bancaria ING Direct, cuya particular capacidad operativa permite ofrecer nuevos productos. Con objeto de fidelizar al cliente, premian al usuario con la concesión de un crédito personal, no hipotecario, con el simple gesto de teclear sobre una pestaña habilitada para este fin en la pantalla de su ordenador. Se trata de créditos preconcedidos desde el momento en que el cliente abre una cuenta-nómina con la entidad bancaria; nuevos recursos que marcan un trato diferente en la actividad bancaria actual y que suponen un anzuelo para el consumidor.

La misma entidad, que asegura no contemplar reglas fijas a la hora de conceder un crédito hipotecario, confía en un estudio telefónico que le permite conocer los datos necesarios para descubrir la idoneidad de un cliente y comprobar si resulta merecedor de la concesión de un crédito hipotecario sobre su vivienda personal. Cada resolución depende exclusivamente del perfil particular de cada solicitante, insisten mientras remarcan que no se basan de antemano en parámetros determinados.


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Por qué bancos y cajas ya no prestan dinero

- Imagen: Sophie -

Las circunstancias económicas se han modificado en poco tiempo, obligando a los bancos y cajas a adoptar un comportamiento diferente al de hace unos meses, como explica Gonzalo Hernández, experto en economía. Hasta ahora, las entidades bancarias prestaban dinero "sin reparar en quién, cuánto ni cómo, confiando incluso en consumidores que, por su perfil, suponían un alto riesgo de impago". El banco aceptaba un nivel de riesgo elevado porque la economía iba bien, el nivel de desempleo no alcanzaba cotas preocupantes, y la vivienda -garantía contra la que se concedían las hipotecas- en poco tiempo se revalorizaba por encima del préstamo concedido. Esta serie de circunstancias llevó a mucha gente "a endeudarse mucho, a vivir por encima de sus posibilidades". El problema para el sistema financiero español (una de cuyas consecuencias es la falta de liquidez) se origina cuando los bancos compran a las entidades americanas productos financieros que estos no pueden abonar debido al elevado número de impagos que soportan tras la crisis en su economía (ya que las garantías, que eran las hipotecas, no se pagaban). Y sin liquidez, no se puede prestar dinero.

Se asumían riesgos porque la economía iba bien, el paro no alcanzaba cotas preocupantes, y la vivienda se revalorizaba

Coincide con este análisis Javier Villoria, quien apunta que la falta de liquidez generalizada perjudica directamente al consumidor, ya que antes los bancos y cajas "se pegaban" por ser los primeros en prestar el dinero, lo que suponía una ventaja para el cliente, que se permitía "apretar" más a los bancos y negociar un interés más bajo. Además, la escasez de liquidez, y una desconfianza generalizada extendida ante la posibilidad de que un Banco o Caja quiebre, imposibilita también que las entidades bancarias se presten dinero entre sí, lo que sitúa al Banco Central Europeo como única fuente de financiación.

Deuda subjetiva

Otro riesgo añadido para las entidades financieras, y un motivo más que obliga a mirar con lupa la concesión de un crédito, es que para aumentar el control en los casos de riesgo y endeudamiento, el Banco de España obliga a que cualquier préstamo concedido que suponga un endeudamiento mayor al 35% de la renta -al ser considerado de riesgo- se dote desde el principio, como deuda subjetiva. Este término indica que aún no puede hablarse de una deuda sin pagar ante un riesgo real de impago, sino que es subjetivo, ante la posibilidad hipotética de que el cliente no pueda pagar el crédito al soportar un endeudamiento mayor al aconsejado. Esta dotación obligada se traduce en una pérdida directa para la entidad financiera, ya que resta directamente en su cuenta de resultados, por lo que esta operación no compensa a un tipo de interés bajo.

Además, la concesión de préstamos (y, por ende, la financiación de cualquier empresa o proyecto) se ve afectada también por una directriz del Banco de España que -según informa el portal de Internet Cotizalia- insta a las entidades a paralizar los créditos y tratar de compensar así el desequilibrio actual entre activo (créditos) y pasivo (depósitos). El Banco de España recomienda a las entidades en este documento utilizar su liquidez para atender los vencimientos de deudas, y evitar de este modo cualquier riesgo posible de quiebra.

EL ESTALLIDO DE LA BURBUJA INMOBILIARIA, PROBLEMA AÑADIDO

La crisis en el mercado inmobiliario supone un agravante importante en la economía y un motivo más para que los bancos se nieguen a prestar dinero, como explica Gonzalo Hernández, ya que la garantía sobre la deuda adquirida acaba por valer menos que el dinero prestado. Es decir, "hace años cuando una persona solicitaba una hipoteca por una vivienda por un valor de un millón de euros, en un mes el inmueble podía alcanzar un valor en el mercado de millón y medio de euros, lo que aseguraba liquidez para enfrentarse a la deuda contraída con la entidad bancaria". Esto permitía solventar de una forma sencilla y rápida cualquier dificultad en la financiación de la deuda adquirida, ya que al no poder hacer frente a las cuotas, el propietario siempre podía poner en venta su propiedad por un precio superior al abonado, saldar la deuda con el banco y optar por la adquisición de una vivienda de menor valor, resolviendo así cualquier problema de índole mayor.

Pero la caída del mercado inmobiliario supone un problema extra para la economía, ya que una vivienda que antes costara un millón de euros, hoy valdrá 800.000 euros, con lo que si el propietario no puede hacer frente a sus cuotas genera dos problemas graves:

  • La entidad bancaria con la que se contrajo la deuda se enfrenta a una pérdida en su activo.
  • El propietario se encuentra con una gran dificultad a la hora de vender la vivienda por lo que se ve obligado a bajar el precio de venta, que resultará incluso inferior al coste de adquisición. Con ello, el consumidor pierde dinero y, además, se encuentra con que no puede hacer frente al total de la deuda contraída.
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s2t2 - El Informe Recarte 2 - (v:57:57) 07/10/08

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El Dinero es Deuda: Extracto-Resumen del Documental (v4:37)

Demuestra la insostenibilidad del actual sistema financiero, que presupone el crecimiento económico exponencial dentro de un mundo de recursos finitos.
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y2a -Qué se puede hacer con las minusvalías en Bolsa

Qué se puede hacer con las minusvalías en Bolsa

El pequeño inversor puede realizar ventas que le beneficien fiscalmente en su próxima Declaración de la Renta

  • Por JOSÉ IGNACIO RECIO
  • 8 de octubre de 2008
- Imagen: Casey Marshall -

En momentos de crisis financiera y bursátil como el actual, en el que las bolsas pierden en torno al 30% -tendencia que se puede perpetuar durante los próximos ejercicios-, son muchos los pequeños y medianos inversionistas que se preguntan qué mecanismos tienen en su mano para, si no pueden recuperar las pérdidas, al menos intentar detenerlas y conseguir que el capital invertido no disminuya. ¿Qué hacer? ¿Existen tácticas específicas para afrontar las minusvalías? La respuesta a estas cuestiones no es sencilla. No existe ninguna receta mágica para solventar este problema, pero es posible hacer frente a la cascada de caídas por las que atraviesan las rentas variables nacional e internacionales, y hay algunas estrategias como las compras agresivas, la pasividad hasta que pase la tormenta, o la venta de acciones que pueda beneficiar fiscalmente al inversor en su próxima Declaración de la Renta.

Es importante conocer algunos parámetros para tratar de encontrar solución adecuada a los principales problemas bursátiles a los que se enfrentan los inversores:

  • Liquidez: hay que diferenciar a los inversores que tengan necesidad de contar con todos sus recursos de quienes no la tienen, ya que los primeros deberán vender sus títulos de Bolsa para hacer frente a los pagos o gastos que prevean tener en breve. Los segundos, sin embargo, podrán aguantar con su inversión durante un tiempo con objeto de recuperarla y conseguir, al menos, ponerse en el precio de compra.
  • Niveles de plazo: en función del plazo de la inversión -corto, medio o largo- habrá que emplear una u otra estrategia.
  • Capital aportado: los inversores con más capital depositado serán quienes tengan una peor solución a su problema y, por tanto, deberán meditar mejor la estrategia que seguirán. Quienes hayan invertido pequeñas cantidades (menos de 6.000 euros, por ejemplo) probablemente puedan afrontar las pérdidas de forma más tranquila e incluso esperar a la recuperación de sus valores.
  • Calidad de la inversión: los valores sólidos suelen recuperar sus posiciones en un periodo corto de tiempo, pero los títulos correspondientes a compañías especulativas o en fase de expansión pueden tardar en lograrlo. A veces, incluso, no recuperan posiciones.

"Parches" para la crisis

Las opciones del pequeño y medio inversor para tratar de atajar las pérdidas ante las continuas bajadas de los valores de la renta variable no son muchas. Algunas alternativas, que en realidad pueden considerarse parches para amortiguar los efectos de la caída bursátil sobre su economía, son las siguientes:

- Imagen: Steve Woods -
  • Aprovechar fiscalmente las minusvalías: en función del capital generado durante este año y de las pérdidas bursátiles que se tengan, se pueden realizar ventas parciales o totales de los títulos minusvalorados con respecto al precio de la compra, de cara a la próxima declaración de la Renta. Es cuestión de hacer números y calcular qué beneficios puede reportar hacer estas ventas; en caso de duda, lo más razonable es acudir a un asesor fiscal, quien dictaminará si debe o no hacerse esta operación. Es una de las opciones más rentables para los intereses de pequeños y medianos inversionistas.
  • Ventas parciales o totales: según las cantidad de títulos que se posea se pueden vender parcial o totalmente las acciones hábiles hasta ese momento, asumiendo si cabe la posibilidad de perder un porcentaje muy importante de lo invertido. Esta opción está indicada especialmente para las personas que hayan invertido muy poco dinero en Bolsa y tengan problemas de liquidez, o que vayan a necesitar el capital durante los próximos meses.

    La compra de valores sólidos con una previsible recuperación sólo se recomienda a inversores sin problemas de liquidez

  • Permanecer pasivo en el mercado: esta estrategia consiste en no hacer absolutamente nada en la operativa bursátil, es decir, permanecer impasible ante los movimientos bursátiles que se están viviendo. Esta posición tiene por objeto esperar a que los mercados recuperen la calma y conseguir que los precios de cada valor alcancen, como mínimo, el de compra durante un periodo de tiempo determinado. Es una opción muy conservadora, indicada para los inversores de perfil defensivo y sin problemas de liquidez que dirigen su inversión a medio o largo plazo.
  • Traslado a otros productos: se puede trasladar la cantidad generada por las minusvalías a otros productos financieros para poder recuperar parte de lo perdido. Esta estrategia se topa con dos grandes inconvenientes: por un lado, si el trasvase se realiza a fondos de inversión u otros más sofisticados el problema continuará, e incluso podrá agudizarse, ya que beben de la misma fuente que la renta variable. Si el traslado se efectúa a productos defensivos, como los depósitos o la Deuda del Estado, su rentabilidad (de entre el 3% y el 6%), nunca compensará las pérdidas obtenidas en la renta variable, que en lo que va de ejercicio se eleva hasta la barrera del 30%.
  • Compras agresivas: es la opción menos aconsejable y sólo está dirigida a inversionistas agresivos que, además, no tengan problemas de liquidez. Consiste en realizar compras selectivas en valores sólidos que puedan recoger la posible recuperación que tengan las bolsas en los próximos meses. Algunos expertos bursátiles vaticinan que el rebote desde mínimos llegará, y algunas previsiones apuntan que la Bolsa podrá subir hasta un 20% en los últimos meses de 2008.

BANCOS Y ASEGURADORAS, LOS MÁS AFECTADOS

La crisis financiera por la que atraviesan las principales economías del mundo está afectando a todos los sectores e índices bursátiles, pero son los bancos y las aseguradoras los más sensibles a estas caídas. De hecho, determinadas entidades financieras de inversión, que han necesitado incluso el rescate por parte de las autoridades monetarias nacionales, están en entredicho. Estos sectores han tenido caídas, en algunos casos, superiores al 5% en una sola sesión; algunos bancos internacionales incluso han perdido todo su valor bursátil.

Es un sector, por tanto, expuesto a un riesgo adicional de sufrir nuevos descensos, y del que conviene mantenerse alejado al menos hasta que amaine el temporal que actualmente azota a los parqués bursátiles.

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