(Continuamos la serie en la que resumimos y glosamos el estudio de FEDEA-McKinsey de Diciembre del 2010 que comenzamos la semana pasada y en el que trabajamos, por FEDEA, Michele Boldrin, Nacho Conde, PabloVázquez, y yo, y por McKinsey Alejandro Beltrán, Nicolás Borges, João Castello-Branco, Francisco Gracia, y Enrique García.
La primera entrada introdujo la serie. Hoy continuamos con los bienes exportables. Detras de las afirmaciones y estimaciones que hacemos en los resúmenes hay evidencia documentada en el estudio, aunque por razones de espacio no las podamos incluir en el blog; para ver las fuentes y las figuras omitidas, ver el estudio completo.)
En la primera entrada vimos las debilidades del modelo de crecimiento de España. Pero no hay duda de que tenemos una fortalezas de partida innegables sobre las que cimentar el cambio:
- Infraestructuras de primera línea mundial que complementan los activos naturales: España posee la red de autopistas más extensa de Europa y desde finales de 2010 es la primera nación de Europa en número de kilómetros de alta velocidad; se encuentra en el top 5 de países que más mercancías mueven en sus puertos. [lg: Si me permitís la disquisición, el activo principal del país, y esto es fácil que a los españoles se nos olvide, es que, como diría Jared Diamond, los españoles hemos sacado el premio gordo en la lotería geográfica-ok, quizás el segundo premio, tras Francia. La ventaja clave de España es su localización privilegiada, que conjunta belleza natural e histórica únicas, un clima excelente, posición en un cruce de caminos estratégico entre Norte y Sur y entre Este y Oeste, y por suerte, por fin, un anclaje firme en Europa. El valor de este anclaje, y de las instituciones que conlleva, es la mayor conquista de esta generación de españoles.]
- Abundancia de un capital humano competitivo: pese a tener tasas de abandono escolar muy elevadas e importantes carencias en el sistema educativo, el 38,2 % de la población española entre 25 y 34 años tiene titulación universitaria, frente al 33,5 europeo. Estos licenciados son más económicos de emplear, aunque en parte pueda reflejar razones de baja calidad y no solo de cantidad de oferta: contratar a un licenciado español de entre 25 y 34 años supone un coste medio de 38.000 euros, uno alemán 66.000 y uno inglés 70.000. Además, un 44 % se encuentran empleados en tareas que requieren una cualificación por debajo de su formación.
- Tejido empresarial competitivo a escala mundial: hoy, por primera vez en la historia, hay un tejido empresarial de primera línea mundial en España. Por ejemplo, hay empresas líderes españolas en 12 de los 38 sectores en los que la revista Forbes clasifica las actividades económicas. Una indicación de esta competitividad global de las empresas españolas es que, mientras otras economías modernas están perdiendo cuota de exportaciones, España ha conseguido mantenerse en estos últimos 10 años, como hemos visto en NeG en el excelente post reciente de Pol Antràs y Rubén Segura (es obligatorio ver la presentación de Pol que lo acompaña).
Estas ventajas son el sustrato de nuestro análisis y de nuestra convicción de que el potencial de crecimiento que vamos a analizar existe. En el resto de las entradas de la serie, trataremos el potencial de crecimiento de España desde una perspectiva sectorial.
Corte sectorial de la economía española:
- Bienes Exportables: Actividad relacionada con la agricultura, minería y manufactura de bienes. Es el sector exportador por excelencia, concentrando más de un 65 % del total, y, por lo tanto, clave para la sostenibilidad de nuestra economía. Incluye alimentos elaborados, bebida y tabaco, la industria textil, del papel, química, automoción, etc.
- Turismo: Actividad de hoteles y restaurantes, en los que el peso del consumo extranjero es muy importante en España.
- Servicios Empresariales: Contiene servicios proporcionados por empresas a otras empresas. Incluye, entre otros, servicios informáticos, jurídicos y publicitarios.
- Servicios Locales: Comprende servicios con una importante componente doméstica. En particular, incluye servicios de venta minorista, venta mayorista, servicios financieros, domésticos, personales y sociales.
- Construcción: Actividad relacionada con la construcción y reforma, de edificios y obra civil.
- Actividades inmobiliarias: Actividad asociada a la promoción y venta de bienes inmuebles.
- Sector Público: Administración pública, defensa, servicios sanitarios y educación, aunque alguno de estos últimos tienen una importante componente privada, incluida también en esta categoría.
Como resultado de este ejercicio, y a muy alto nivel, obtendremos unos resultados del ejercicio que vamos a describir en las semanas que vienen que nos hacen agrupar los sectores que componen la economía española en dos grandes grupos que deberían jugar un papel diferente en el modelo de crecimiento: (A) Sectores de crecimiento; (B) Sectores facilitadores (Figura 15).
A. Sectores de crecimiento:
Estos son el agregado de los sectores de Bienes Exportables, el Turismo y los Servicios Locales y Empresariales. Enmarcamos el potencial total de crecimiento entre 1 y 3 millones de empleos (equivalente a una tasa de ocupación entre el 6 y el 15 %). El perfil de crecimiento resultante para España está, al igual que para la mayoría de economías desarrolladas, muy orientado a los Servicios (entre el 70 y 80 % de la aspiración de crecimiento), y en particular a los llamados Servicios Empresariales, donde España tiene un gran recorrido que hacer con respecto a Europa y Estados Unidos. Si bien, la contribución al empleo de los Bienes Exportables y el Turismo será más discreta que los Servicios, deberán jugar un papel fundamental aportando sostenibilidad al nuevo modelo de crecimiento.
B. Sectores facilitadores:
Infraestructura y Construcción no serán motores de creación de nuevos puestos de trabajo. Su aportación al crecimiento en términos de riqueza debería venir, principalmente, a través de incrementos en la productividad y como habilitadores de la evolución de los sectores que liderarán la creación de empleo.
En las próximas entradas analizamos con más detalle cada sector y proponemos una lista de posibles políticas que la Administración puede llevar a cabo.
En la Figura 16 mostramos el potencial total de crecimiento del empleo, y del valor añadido según el corte sectorial elaborado. En total estimamos que España puede crear entre 1 millón de empleos, considerando fundamentalmente referencias europeas, y 3 millones de empleos, considerando referencias sectoriales de empleo en Estados Unidos. Adicionalmente, es posible un incremento de productividad de entre un 10 a un 30 %, lo que llevaría a un crecimiento del PIB de 125 a 450 miles de millones de euros. El tiempo necesario para alcanzar este potencial dependerá no sólo de la rapidez de implantación de las políticas que recomendamos, sino también de la reacción del tejido empresarial español.
Como muestra la figura 16, que resume nuestros resultados, el resultado más importante de nuestro análisis es que la mayor parte de la creación potencial de empleo se encuentra en los servicios locales y en los servicios empresariales. Explicaremos por qué en las entradas que siguen.