“Cuando las cosas van mal, los gobiernos se tienen que explicar mejor”, aseguraba ayer el nuevo hombre fuerte del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba. Trabajo tiene por delante. Y es que los Lara, Rodés, Del Pino, Polanco y Entrecanales, la aristocracia empresarial, han perdido su confianza en los dirigentes españoles. Así lo refleja al menos una encuesta realizada entre los 450 empresarios presentes en el XIII Congreso de la Empresa Familiar que se celebra en Santander. Según sus resultados, la situación política española sólo merece para los asistentes una calificación de 1,7 puntos sobre 9.
Un “muy deficiente” que puede aplicarse también a la valoración de la coyuntura económica, que apenas logra 2,7 puntos de los 9 nueve posibles. El peso de Instituto de la Empresa Familiar (IEF) no es baladí. Agrupa a un centenar de empresas con una facturación media de 1.000 millones de euros y que representa el 17% del PIB español.
Tradicionalmente vinculado a la gran empresa familiar catalana, entre sus ex presidentes destacan empresarios como José Manuel Lara, Leopoldo Rodés o Juan Roig y en él están integradas compañías como Inditex, Ferrovial, Acciona, Puig, Planeta, Mercadona, Mango o Almirall.
Lejos quedan mejores tiempos, cuando la economía alcanzaba en 2006 una nota de 5,85 puntos o el escenario político –nunca demasiado del gusto de los empresarios familiares- registraba 2,76 puntos. El medio millar de empresarios presentes en Santander también se pronunciaron sobre la remuneración variable de los directivos.
Un 49% considera que la parte del salario sujeta a objetivos debe estar entre un 21% y un 40%. No falta quien va más allá. Un 24% considera razonable que pueda situarse entre un 41 y un 60%.
También fueron preguntados sobre el liderazgo de las mujeres, y si éste difiere del que ejercen los hombres. Un 41% estima que sí, “y que estas diferencias pueden ser claves en los resultados de la empresa”. La mitad admite que el porcentaje de mujeres en su Consejo de Administración es inferior al 15% del total de personas que lo integran.
Falta de apoyo del Gobierno
El pesimismo de los empresarios sobre la realidad española también se desprende de la segunda edición de la Encuesta Mundial de la Empresa Familiar, elaborada por PriceWaterhouseCoopers y cuyos primeros datos avanzó su presidente, Carlos Mas. “Un 95% de los encuestados cree que las políticas del Ejecutivo son inapropiadas o insuficientes”, subrayó, frente a un 70% en el resto de países industrializados.
Unas cien empresas españolas, un 80% de ellas con más de 20 años de trayectoria empresarial, participan en el estudio y “censuran la falta de apoyo del Gobierno a la empresa familiar en el actual contexto de crisis”, explicó Mas. En esta línea, apostó por un cambio real en el patrón de crecimiento ante “el riesgo real de que la economía española quede sumida en un largo período de atonía, en una débil y amarga recuperación sin empleo que nos condenaría a la segunda división de la Unión Europea”
¿En qué puede echar una mano el Ejecutivo? Las empresas lo tienen claro. Un 82% pide que se simplifique el marco tributario y se reduzca la presión fiscal. “Una vía que estamos transitando en dirección opuesta”, lamentó el presidente de Pwc.
Además, siete de cada diez consideran imprescindible que haya mayores facilidades de acceso al mercado de capitales. Una demanda para la que no hay buenas noticias. “Se han reducido los recursos para poder prestar y se ha incrementado su coste”, avisaba el consejero delegado de Banesto, José García Cantera, añadiendo que la situación no cambiará a corto plazo. Sobre todo por la intención del Banco de España de endurecer la política de provisiones.
El próximo ejercicio será crucial para este colectivo de empresas. No en vano “un 67% afirma que no ha cambiado su modelo de negocio en los últimos doce meses, pero la mitad (un 51%) anticipa que sí piensa hacerlo en el próximo año”.
Mas subrayó que la incertidumbre está paralizando muchas decisiones de inversión en las compañías familiares e hizo hincapié en la necesidad de poner en marcha una legislación laboral más flexible “para contratar, desarrollar y retener el talento”. Un 77% reclama una mejor coordinación y colaboración entre universidad y empresa.
La aristocracia empresarial suspende con un ‘muy deficiente’ a los políticos españoles
Javier Solana durante su intervención en el XIII Congreso de la Empresa Familiar (EFE).
@Daniel Toledo - 26/10/2010 06:00h