España perdió su condición de Estado soberano en el mismo momento en el que el ministro Luis de Guindos aceptó que un auditor independiente examinara las cuentas de los bancos españoles.
Un Estado es soberano cuando lleva a la práctica el dicho que la ropa sucia se lava en casa. Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania tuvieron hace un par o tres años problemas con la solvencia de sus bancos, pero estos países se las apañaron y afrontaron las circunstancias adversas por sí y ante sí con sus propios recursos.
¿Quién acepta un auditor independiente?
España no ha tenido dinero suficiente para lavar las cagadas de sus bancos. Y al pedir ayuda a Bruselas, desde la eurozona le han impuesto un auditor externo. ¿De cuando los gobiernos de Berlin, Londres o Washington aceptarían que un auditor independiente analizara las cuentas de bancos alemanes, británicos o norteamericanos?.
En el momento que el auditor, parece que será la megagestora americana BackRock aunque podría ser otro, de su veredicto sobre el balance de los bancos españoles, la eurozona decidirá como se rasca el bolsillo para impedir que el Reino de España se declare en suspensión de pagos. Compra de deuda española por parte del Banco Central Europeo, eurobonos, o cualquier otro mecanismo que lleve el dinero desde los mercados financieros internacionales a los bancos españoles, vía Frob o por cualquier otro camino.
En concurso de acreedores
En comparación empresarial, la situación del Reino de España se parece a la de una empresa que no puede devolver sus créditos, pero a la que sus bancos tratan de impedir que acuda al juez para declararse en concurso de acreedores, pues con esa declaración los primeros perjudicados serían los propios bancos que solo recuperarían una parte de sus deudas.
La suspensión de pagos –que es como los viejillos que aún contamos en pesetas llamamos al concurso de acreedores— tiene la ventaja de que es una situación provisional, de la que se puede salir. Es decir que si una vez cumplida las condiciones impuestas por Bruselas y recibida la ayuda necesaria, España empieza un adecuado ritmo de crecimiento económico y a devolver sus deudas, levantará el concurso y recuperará su soberanía financiera…
… Pero hasta que llegue ese momento, el Gobierno de España no tendrá otro remedio que aceptar y cumplir las medidas de saneamiento que imponga la Unión Europea. Con otras palabras: se ha perdido la soberanía financiera pues las autoridades españolas no pueden arreglar el problema sin la ayuda de otros.