¿Por qué el Gobierno, que no ha dudado en hacer la reforma laboral, en subir lo impuestos, en bajar los gastos, no sabe qué hace con el agujero de la ex cajas de ahorro?.
El sábado mientras ojeaba el Financial Times me decía a mi mismo: mi mismo ¡que pesado eres! siempre a vueltas con los bancos, sin hacer caso a la prima de riesgo, a la bolsa, al crecimiento… El personal te va a coger manía, con razón. Te repites más que las sardinas.
Sin dinero
Mientras me autoflagelaba, llegué a la página 28 del FT en la que un columnista habitual, John Authers, titulaba su artículo con un rotundo “España todavía está atrapada en las raíces de la crisis financiera”. La tesis central de Authers es que, a diferencia de los norteamericanos, los bancos españoles (mayormente, la ex cajas) todavía no han reconocido las pérdidas producidas por la burbuja financiera(…) Desde 1998 el valor contable de los activos bancarios se ha multiplicado por ocho, el doble que los bancos europeos y el 80 por ciento más que los norteamericanos(…) Antes de invertir los mercados, simplemente, están a la espera de que los bancos españoles reconozcan todas esas pérdidas”.
En fin que no se trata de repetir cosas dichas, sino de actuar . ¿Por qué el Gobierno no acaba de cantar la gallina en el problema bancario, que es el más importante?. Por falta de determinación política no será, como lo ha demostrado en sus decisiones rápidas e inapelables sobre la reforma laboral, los recortes en el gasto público y el aumento de los impuestos.
Mareando la perdiz
Y si en el problema principal –las excajas de ahorro– todo se va en marear la perdiz sobre si debe haber fusiones, o un banco malo que se quede con los pufos del ladrillo, o un rescate por parte del Gobierno o por parte de los bancos menos entrampados, es por la sencilla razón de que no hay dinero y no es previsible que lo haya, por lo menos en este año.
A falta de solución nacional habrá que acudir a alguna fórmula de ayuda, rescate, o salvavidas de origen transnacional… Pero eso es otra historia que merece reflexión aparte.