1 - ¿Cómo es posible que la dichosa prima de riesgo suba, precisamente ahora que el Gobierno de España no deja de tomar medidas para reducir el desequilibrio financiero nacional?
Hay que repetirlo: al margen de las medidas y recortes que pueda poner en marcha el Gobierno de Madrid, no está claro que España pueda salir del bache por sí sola. Una cosa es ir en la buena dirección y otra alcanzar la meta. Como decía Wall Street Journal hace unos días a Mariano Rajoy necesita toda la suerte del mundo.
2- ¿Y por qué hace unas semanas la prima de riesgo estaba sensiblemente más baja que ahora?
Pues porque durante meses el Banco Central Europeo montó una barra libre de dinero barato, de forma que a los bancos españoles les salía el negocio redondo: el dinero que les dejaba el BCE al 1 por ciento lo invertían al 3 o 4 en deuda española, y con ese trescientos por cien iban tirando. Cuando se acabó el dinero fácil, la deuda volvió a encarecerse.
3 -¿Y por qué no está claro que España pueda resolver sus problemas?
Pues porque todavía no se conoce el tamaño de los mismos: nadie sabe de verdad cual es el agujero que el sector inmobiliario ha causado en los balances de las cajas. No solo es que la mayoría de las cajas hayan ocultado participaciones e inversiones (que seguro que lo han hecho), sino que cada día que pasa sin que se cruce una operación inmobiliaria significativa el agujero se hace más grande… Y taparlo se vuelve más caro.
La operación salvamento bancario va con retraso, precisamente porque no hay nadie, nacional ni extranjero, que acuda a una subasta sin garantías de que el vendedor (el Estado) correrá con las pérdidas y el Estado no puede hacerse cargo de las mismas porque, sencillamente, no tiene dinero para eso. ¿Cuánto dinero hace falta para hacerse cargo de Catalunya Caixa?: nadie lo sabe, pero en todo caso mucho más del que puede poner el Estado.
4 - ¿Por qué Rajoy no dice de una buena vez donde estamos?
Pues porque ni él mismo no lo sabe. Se puede decir lo que pasó ayer y pronosticar lo que pasará hoy, pero hablar de mañana es un ejercicio de especulación sin sentido.
Un ejemplo: cuando el Ministro Montoro entregó a final de marzo el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, los ahorros practicados en los gastos y el aumento previsto en los ingresos, servían para pagar los intereses de la deuda. Apenas quince días después, se anuncian nuevos recortes en los gastos de Sanidad y Educación es porque el servicio de la deuda se ha encarecido… Y eso sin hablar del principal.