En España, ahora Espanistan, Confederación de Tribus Ibéricas, se dió el timo del pisomocho generalizado. Veamos un resumen. Ayuntamientos, Autonomías, Cajas de Ahorro y promosaurios se dedicaron a la subida del precio del metro cuadrado y del kilo de concejal.
Los tochos de cemento proliferaban por todas partes pero los zulos, pocilgas, acosados y chaletes eran cada vez más caros. Los pepitos se endeudaban de por vida alegremente. El lema era que el piso no baja nunca.
El pisomocho funcionó a toda pastilla. Subidas anuales del 10% o más. En 2006 y 2007 se dieron visados para unas ochocientas mil viviendas anuales.
Los precios seguían subiendo. Los años de hipoteca, también. Una chabola debajo de un puente equipada con salvavidas para caso de riadas estaba próxima a costar un millón de euros.
Promosaurio S.A., o sea, PROMOSAURIOSA, se las ingeniaba para construir y promocionar en los sitios más peregrinos.
Las concejalías de urbanismo de los Ayuntamientos eran disputadas porque hacerse cargo de ellas era como entrar en la cueva de Alí-Babá.
Pero cuando los zulos y pocilgas alcanzaron niveles asombrosos y los Bancos y Cajas cerraron el grifo, porque ya estaba todo el mundo empufado hasta las cejas, empezaron los sudores fríos.
Al caer la demanda de zulos y pocilgas por ser caros y porque la alegre financiación se había cortado, lo lógico es que bajasen los precios pero PROMOSAURIOSA se plantó en que los precios no bajasen y en que no pagarían sus deudas a Bancos y Cajas. Exigieron refinanciaciones de sus deudas mientras esperaban a tiempos mejores.
Muchos particulares relacionados con el sector inmobiliario, tuvieron que deshacerse de lujos suntuarios.
En 2009, PROMOSAURIO daba por finalizado el ajuste. Oficialmente, los pisos habían bajado un 20% y ya estaba bien.
Pero la crisis estaban lejos de terminar. Las entregas de viviendas en dación de pago a Bancos y Cajas por deudas contraídos por PROMOSAURIOS varios, siguieron.
De los escaparates de las rutilantes inmobiliarias los carteles de SE VENDE pasaron a la calle. Los que antes tenían ansia de comprar, ahora tenían ansia de vender.
Muchos empezaron a comprender que su zulo, pocilga o acosado no valía lo que habían pagado. Estaban haciendo frente a una hipoteca por importe superior al bien adquirido. Y encima se habían gastado una pasta en cortinas y visillos para las ventanas.
La mitad del sistema financiero, las Cajas de Ahorro, controladas por los poderes políticos regionales, quedaron descapitalizadas. Hubo quien pidió exigencia de responsabilidades, pero todos los partidos con mando en plaza estaban implicados, o sea, que de responsabilidades nada.
Las noticias de que el mercado inmobiliario se mueve surgen de vez en cuando.
LA PREGUNTA
Los ciudadanos de Espanistan, viendo que las Cajas prestaron a manos llenas a promosaurios para comprar terrenos llenos de ortigas a precios astronómicos y que la pasta voló y lo que quedó de garantía son millones de metros cuadrados de terrenos con sabandijas y escorpiones y viendo que no se exigen responsabilidades, no puede por menos que hacerse la pregunta:
MIENTRASTANTO