Estos días hemos conocido dos gráficos de estos que preocupan y mucho en España por lo empinadas que son sus pendientes. Es como observar con pavor lo alto que has subido tras montarte en la montaña rusa y la velocidad de caída que vas a sentir en breves instantes; solo que aquí no sabemos si tenemos algo que nos mantenga sujetos al asiento económico público.
El primer gráfico nos indica la cantidad de prestamos que las entidades de crédito han solicitado al Banco Central Europeo. Pone BdE (Banco de España), porque en el sistema Target que regula el funcionamiento monetario a nivel europeo. Los bancos españoles no se endeudan con el BCE, sino con el BdE, y es este el que se endeuda con el BCE (Banco Central Europeo).
El gráfico muestra la evolución desde el año 1999, y si ya en el verano de 2010 el repunte pudo ser de órdago, lo que estamos viviendo este verano lo multiplica por 3.
¿Qué nos dice este gráfico?
Los bancos necesitan crédito para sus operaciones. En general, lo pueden pedir a otros bancos, o utilizar los depósitos que tengan. Pero si la gente saca sus depósitos fuera, o si los bancos extranjeros no se fían de ti y no te prestan el dinero, tu única alternativa es ir al BCE. Lo que nos dice este gráfico es, por tanto, la dependencia de los bancos al crédito del BCE. Un signo de la confianza del resto de agentes en nuestro sistema financiero que, como podemos ver, es nulo.
El segundo gráfico es el de créditos dudosos. Del total de créditos que se dan en la economía, podemos desglosar estos entre los créditos comerciales, los que tienen garantías (como, por ejemplo, los hipotecarios), los créditos a largo plazo… Un de esas partidas es el de créditos dudosos, aquellos que no se sabe muy bien si se van a pagar. También se suelen llamar impagos, o créditos morosos. Calcular el porcentaje de estos créditos sobre el total nos informa sobre la salud de los créditos y de las entidades que los tienen.
¿Y qué nos encontramos?
Pues que hemos batido el record.
Como vemos en el gráfico, el record estaba en un 9,14% en febrero del año 1994 (la crisis del 94). El mes pasado en 2012 estaba en un 8,9% y en junio hemos conseguido llegar al 9,4%.
El problema puede ser aun mayor si vemos la evolución conjunta de las variables.La caída total del crédito está siendo mucho más pronunciada que en el 94, y el ascenso de los créditos dudosos sigue en aumento, por lo que, lejos de quedarnos aquí, lo más probable es que el porcentaje aumente un poco más.
Y es que la mejor forma de pagar la deuda es tener un trabajo con el que poder pagarla. Si la coyuntura sigue empeorando, los créditos dudosos mantendrán su ascenso. La fiabilidad de nuestro sistema financiero se recrudecerá, y nuestra dependencia del BCE seguirá en aumento.