El Banco Central Europeo ha prestado a los bancos españoles la cuarta parte del medio billón de euros concedidos a los bancos de la eurozona: 125.000 millones al uno por ciento y durante tres años. En su corta historia, el BCE nunca había prestado tanto dinero y nunca lo había prestado tan barato.
La versión oficial asegura que tanta pasta es para que los bancos españoles vuelvan a prestar dinero a empresas y particulares, después de casi cuatro años de no hacerlo. Y la verdad es que con la sequía monetaria que padece España, un chaparrón de 125.000 mil millones de euros, regaría de tal forma la economía española que mucha gente volvería a comprar coches, a renovar el vestuario, a viajar, a darse algún homenaje… lncluso a plantearse comprar un apartamento en la costa, de esos que dicen que han bajado tanto de precio.
Negocio de bancos y Estado
Pero la versión oficial no tiene nada que ver con la realidad: el dinero prestado por el BCE al 1 por ciento a tres años, lo dedicarán los bancos españoles a prestárselo al Reino de España al 3,5, al 4 o al 4,5 por ciento a dos, tres o cuatro años. Los dos hacen negocio: el Estado porque coloca su deuda a menos interés que hace seis meses y los bancos porque lo dejan a un prestatario seguro con un rendimiento muy molón.
De todas maneras, no creo que se pueda protestar mucho: al fin y al cabo la mejor noticia para el hombre y la empresa de la calle no es recibir crédito, sino saber que el Estado y los bancos no quebrarán. Desde que los fenicios inventaron el dinero y los Reyes Católicos el Estado, una quiebra bancaria generalizada, o un Estado incapaz de cumplir con sus obligaciones, suponen la ruina inmediata y fulminante del conjunto de la economía.
El gran depredador
Resignación: hasta que el Estado no recupere su equilibrio financiero, cualquier dinero español –procedente del ahorro interno o del préstamo externo—se dedicará a tapar el agujero del Estado en cualquiera de sus versiones, central autonómico o municipal.
Moraleja: la primera condición para que una economía funcione es que el Estado tenga equilibradas sus cuentas. Papá Estado, a ver si nos enteramos de una vez, no es un benefactor de la ciudadanía, sino un depredador que cuando tiene hambre ataca a todo bicho viviente.