La pobreza en Estados Unidos es un tema favorito del progresismo, con crisis económica o no. Se dice que hay 30 millones de pobres pero, como señalan Robert Rector y Rachel Scheffield, de la Heritage Houndation, en su Trabajo “What is Poverty in the United States Today?” (http://goo.gl/RkuvV, Backgrounder Nº 2575), conviene matizar. Una familia pobre media en EE UU en 2005 vivía en una casa con aire acondicionado y televisión por cable; tenía un coche, dos televisores en color, reproductor de DVD y una cámara de video.
Esa familia tenía acceso a la educación y la sanidad; su hogar estaba plenamente equipado: “La casa estaba en buenas condiciones y sus ocupantes no estaban hacinados. El espacio vital del norteamericano pobre típico era mayor que el del europeo medio; nótese que no estamos hablando del europeo pobre, sino del medio”. La alimentación de los pobres no es insuficiente en ese país, y de hecho existen también entre ellos problemas de sobrepeso; los pobres en EE UU son más altos y están más sanos que hace medio siglo: los jóvenes pobres hoy son más altos y tienen mejor salud que los soldados que combatieron en la Segunda Guerra Mundial. Los autores aclaran que no niegan en absoluto que haya gente necesitada, pero no son las decenas de millones que anuncian los medios, lo que entra en la dinámica política habitual de reclamar dosis siempre crecientes de intervencionismo, más que en preocuparse realmente de los realmente pobres.