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“Los inversores están aterrorizados con lo que puede suceder en España. Todo inversor que no se prepare puede perder todo su dinero”, de esta forma tan apocalíptica se pronunciaba recientemente uno de los analistas más seguidos entre los inversores de Wall Street, Graham Summers.
¿Pero por qué Summers se siente tan atemorizado por la situación en España, teniendo en cuenta lo que puede suceder en su propio país (EE.UU.) si el acantilado fiscal no se evita? Para explicarlo usa como ejemplo el colapso de Lehman.
Lehman, señala Summers, casi provocó en 2008 una implosión del sistema financiero mundial. Dos fueron las razones:
1. Unos 155.000 millones de bonos de Lehman fueron utilizados como garantía de cientos de miles de millones de dólares en operaciones.
2. Ocho mil clientes de Lehman que estaban usando a la entidad para hacer operaciones, vieron como las garantías que ellos habían colocado en la firma (para respaldar sus carteras), quedaron congeladas.
La lista de clientes de Lehman incluía algunos de los nombres más grandes y conocidos del mundo financiero. Recuerden que antes del colapso de 2008, los grandes bróker (Lehman, Merrill, etc), eran entidades totalmente independientes. Así que todos los grandes bancos, con pocas excepciones, tenían sus garantías “aparcadas” con agentes de bolsa como Lehman.
Normalmente, las garantías de un cliente deberían ser congeladas poco después de la quiebra de una casa de bolsa. En el caso de Lehman no fue así. Y eso, combinado con 155.000 millones de bonos de Lehman sin valor, creo un grave déficit del colateral en el sistema.
Esto es por lo que el mercado se mantuvo estable por poco más de una semana después de que Lehman quebrara.
Los inversores que tenían garantías con Lehman pensaban que se liberaría su dinero. Cuando esto no pasó, el sistema implosionó. Lo que siguió fue una liquidación generalizada, ya que los bancos hicieron todo lo posible para liberar capital y así satisfacer las necesidades de financiación, o para comprar nuevos colaterales de grado superior (de ahí el rally en los bonos del Tesoro de EE.UU.)
Esta es la realidad de lo que sucedió en 2008, aunque pocos lo saben. Y esta es la razón por la que una suspensión de pagos en España o en Italia (cuyos bonos soberanos de un valor total de 1,78 billones y 1,87 billones respectivamente son garantía de más de 100 billones de euros), provocaría un colapso tal, que lo que sucedió en Lehman parecería ridículo en comparación.
Recuerde, si España se declara en quiebra, más de 1 billón de euros en garantías se desvanecerían provocando una reacción en cadena de al menos 50 billones de euros, sino 100 billones, en los grandes bancos e instituciones financieras de todo el mundo.
Una vez más, añade Summers, y no puedo enfatizar esto lo suficiente, cuando España entre en suspensión de pagos (y lo hará), el sistema experimentará un crash en el sistema de garantías que será exponencialmente mayor de lo que sucedió en Lehman.
Eso es por lo que estoy advirtiendo que 2008 fue solo un calentamiento, y es por lo que los inversores están absolutamente aterrorizados con lo que pueda suceder en Europa.*
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