Crisis Sistémica
Kenneth Boulding
En su último libro, cuyo título es “El Crash del 2010”, Santiago Niño Becerra disecciona, con pericia y mirada sistémica, la crisis en la que nos hallamos envueltos.
Santiago, cierra el epílogo de su obra con el siguiente párrafo:
“Cuando usted esté leyendo estas líneas, las cosas de la economía –es decir, todas las cosas– estarán bastante peor de lo que estaban cuando yo acabé de escribirlas.
En este momento tal vez piense que a su ciudad, a su país, o al planeta ya ha llegado la crisis; pero no, nada más lejos de la realidad: lo peor, verdaderamente, todavía está por llegar.
Si mira a su alrededor, observará que gran número de fábricas continúan en funcionamiento, que camiones, trenes y autobuses siguen transportando mercancías y personas, que la mayor parte de los suministros llegan a las tiendas y a los supermercados, y que todo ello sucede con suficiente regularidad, señal de que su ciudad, su país, aún no se hallan en crisis.
La crisis, la verdadera crisis, cuando estalle, a mediados del 2010, será tremenda, paralizante, una auténtica caída a plomo; será deflación, depresión, nada comparable a pasadas recesiones que usted haya vivido. Será algo semejante al sentimiento que se refleja en los rostros que muestran las imágenes tomadas durante la Gran Depresión; unos rostros que, si nos hablasen, aunque lo hiciesen con las palabras de los años treinta, en realidad estarían hablándonos con los de mañana. Los de esas gentes son los rostros de una crisis profunda, sistémica, como la que en estos momentos ya está llamando a nuestras puertas.
Una situación a la que futuros libros de historia se referirán con un solo apelativo: el crash del 2010.”
Evidentemente, el poder, los que ostentan y representan el poder (el económico, el político, el financiero, el institucional…) nada quieren saber de los planteamientos de Becerra.
De hecho, tienden a tratarlo de alarmista, de agorero, de pesimista o de apocalíptico.
No quieren ni siquiera plantearse el escenario que dibuja Santiago en su libro.
No quieren planteárselo o no tienen el valor de considerarlo y comunicarlo, protegiendo así sus mezquinos intereses, aun a sabiendas de que si ese escenario finalmente se da, su silencio contribuirá a agravar una situación ya de por sí bastante dramática.
Bueno, pues el diálogo queda abierto:
¿Es el planteamiento de Becerra una predicción apocalíptica o no es más que la obviedad de un colapso sistémico?
Se admiten opiniones.
Para completar lo expuesto en el Post:
El crash del 2010 de Santiago Niño Becerra.
Viviremos de acuerdo con las necesidades, no con los deseos.
Os incrusto, también, un vídeo de los que corren por la red, en sintonía con los planteamientos de Niño Becerra.
PUBLICADO POR JUAN PALACIOS